Quintana Roo.- El pleno del Tribunal Electoral de Quintana Roo marcó un antecedente contra la “guerra sucia” en las elecciones al configurar, de forma inédita, la figura de calumnia electoral por parte de una candidata y dos dirigentes de Morena contra el gobernador Carlos Joaquín.

La “guerra sucia” en elecciones perjudica no sólo a políticos, también a los ciudadanos. Enrarece y violenta los procesos electorales. Y hasta el momento ningún Tribunal había emitido un fallo que contribuyera a frenarla, con base en la propia Ley Electoral.

En esta resolución, por mayoría de votos, el Pleno del TEQROO encontró elementos para determinar la intencionalidad de la calumnia electoral en redes de Twitter y Facebook donde Laura Beristain, Mario Delgado y Citlalli Hernández, ex candidata a presidente municipal de Solidaridad, presidente nacional y secretaria general de Morena, respectivamente, acusaron a Carlos Joaquín de “orquestar un fraude electoral”.

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Dichas manifestaciones, determinó el Tribunal, resultaron dolosas y por ende, las calificó como graves ordinarias, dando vista a la Fiscalía General de la República y a la Fiscalía General de Quintana Roo, para que procedan conforme a derecho.

La calumnia es el recurso más utilizado por políticos y candidatos cuando están en desventaja ante sus contendientes. En este caso Laura Beristain arrastra una gestión plagada de corrupción, influyentismo y pésima administración pública que le restó votos en su afán por reelegirse. Antes de reconocerlo, buscó un culpable de su derrota.

En su “guerra sucia” la siguieron el presidente nacional y la secretaria general de Morena, aun cuando el presidente Andrés Manual López Obrador reconoció en la mañanera del 17 de junio que el gobernador de Quintana Roo se mantuvo respetuoso y sin intervenir en el proceso electoral del  pasado 6 de junio.

Esa fue la tercera ocasión en que AMLO puso a Carlos Joaquín como un ejemplo de democracia.

“Si tengo que poner ejemplos de buen comportamiento, de buenas autoridades, de características democráticas, estaría Carlos Joaquín de Quintana Roo”, dijo.

Y agregó: “es muy evidente que Carlos Joaquín actuó con respeto a los ciudadanos, que no influyó ni utilizó el presupuesto, que no permitió que repartieran despensas, lo que antes se hacía, entonces es importante reconocerlo porque se logró que la gente decidiera libremente”.

Anteriormente, el 10 de marzo el presidente de la República ya había reconocido que Carlos Joaquín “es el único que no ha intervenido en el proceso electoral de su estado”.

Y en 2019, después de la elección para diputados locales, López Obrador dijo: “Tengo que reconocer que el único que no participó metiéndose, fue el gobernador de Quintana Roo. Hubo elección de legisladores locales, y aunque es el Congreso el que revisa la cuenta pública, el gobernador no intervino. Anteriormente, lo más que cuidaban los gobernadores era tener mayoría en el Congreso para que les tapen todas su corruptelas, para tener protección”, puntualizó.