El jefe de la Iglesia Ortodoxa serbia reza por el tenista en el día que se celebra la Navidad

La celebración de la Navidad ortodoxa en Serbia este viernes no ha hecho olvidar la rocambolesca historia de Novak Djokovic, aislado en un hotel de Melbourne después de que se le revocara su entrada a Australia por un error en el visado. Está a la espera de conocer si es deportado o si finalmente puede quedarse para disputar el Open de Australia gracias a la exención médica. 

Mientras tanto, en su país, que ha convertido en cuestión de estado el asunto, el jefe de la Iglesia Ortodoxa Porjirije ha querido tener un recuerdo hacia el tenista serbio, el mejor deportista del país. “Por ti rezan, como tú por nosotros, millones de serbios ortodoxos”, escribió el patriarca serbio en su perfil de Instagram.

“Querido Nole. Las dificultades y retos que atraviesas esta Navidad, día de plena alegría, mañana serán solo una sombra pálida”, añadió.

De Djokovic, devoto de la Iglesia Ortodoxa serbia, también se conocieron unas declaraciones místicas a través de su hermano Djordje el jueves. “Dios lo ve todo, la ética moral como mayor ideal es la estrella que conduce a la elevación espiritual. Mi bien es espiritual, y el de ellos, solo es el material”, escribió el tenista a su hermano.

El misticismo que rodea a Djokovic traspasó fronteras cuando el padre del tenista, Srdjan Djokovic, incluso llegó a comparar a su hijo con “Jesucristo, a quien crucificaron” y aseguró que su hijo es “la luz al fondo de un túnel que no apagará la oligarquía política”. “Algunos los intentan crucificar, humillar y echar de rodillas”.

“Esta es la lucha por la libertad del mundo, no es sólo la lucha por Novak, sino una lucha de todos”, llegó a decir en el portal Sputnik en serbio, en referencia a la conocida postura de su hijo de rechazar la vacuna contra la covid-19. En otro medio de su país, Telegraf, lo definió como el “Espartaco del mundo libre”. “Está detenido pero nunca ha estado más libre. Desde este momento, Novak se ha convertido en símbolo y líder del mundo libre, del mundo de los países y pueblos pobres y oprimidos”, dijo el padre del deportista.

“Novak ha mostrado que un pequeño país puede tener “al mejor tenista y mejor deportista de todos los tiempos”, “una verdad que no se puede ocultar”, añadió Srdjan Djokovic en estos días posteriores, unas declaraciones muy comentadas.

“Esta es la lucha por la libertad del mundo, no es sólo la lucha por Novak, sino una lucha de todos”

En la rueda de prensa que organizó la familia el jueves para criticar el trato dado a Novak, el padre del tenista siguió alabando a su hijo. “Es un ídolo, la luz al fondo de un túnel que no apagará la oligarquía política que se cree que el mundo es suyo”.

“Es una lucha política que no tiene nada que ver con el deporte”, insistió el padre en una rueda de prensa en Belgrado, tildando al primer ministro australiano, Scott Morrison, de “descarado” que ataca al “orgullo” del mundo libre.

Por su parte, el portavoz de la familia lo definió como “una personalidad fuerte y emotiva, y lucha no sólo por sí mismo sino por todos en este mundo que defienden sus convicciones éticas y morales”, en referencia a la oposición del deportista a la vacuna contra la covid. Djokovic se ha convertido en el icono del negacionismo.

Poco después de la rueda de prensa de la familia, decenas de personas se concentraron en el centro de Belgrado, frente al edificio del Parlamento serbio, en apoyo a Djokovic. “Gracias porque mostráis el amor a Nole”, dijo con un megáfono Srdjan Djokovic a los manifestantes, utilizando el apodo con el que se conoce en Serbia al tenista. Todos los familiares iban con la gorra y ninguno con mascarilla.

Los concentrados, entre los que había gente de todas las edades, gritaban “Nole, Nole”, “Nole, te queremos” y “Nole, serbio, Serbia está contigo”.

(Con información de La Vanguardia)

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