El arte tiene formas misteriosas de adelantarse a la realidad, y el artista urbano cozumeleño, Reho2 One, es la prueba viviente de ello. Días antes de que un extraño pez abisal emergiera a la superficie y se convirtiera en un fenómeno viral a nivel internacional, este muralista ya había plasmado en una pared de Cozumel una versión surrealista de esta criatura, que ahora también se hizo viral.

Como se recordará, este pez diablo abisal, fue hallado por Laia Valor y Antonio Sabuco, especialistas en biología marina, acompañados del biólogo Marc Martín y el fotógrafo David Jara, cuando volvían de una campaña de muestreo de tiburones en Tenerife.

“¡Fue una locura! Yo tenía este diseño desde hace años, lo había hecho en digital, pero nunca lo había pintado. Justo lo hice antes de que apareciera el pez real y de repente todo el mundo estaba hablando de eso. No me esperaba que mi mural se hiciera tan viral”, cuenta Jesús Rafael Sandoval Aragón, conocido en el mundo del arte urbano como Reho2 One, a Quinta Fuerza. Esto porque su mural, que, por cierto, se encuentra en el interior de un domicilio particular en Cozumel, ha alcanzado más de 30 mil likes en redes sociales.

La conexión entre el mural y el pez real

Más allá de la increíble coincidencia, para Reho2 la aparición del pez abisal tiene un significado profundo. “Cuando vi la noticia, lo primero que pensé fue: esto no es normal… No es buena señal que un pez de aguas tan profundas haya salido a la superficie”, reflexiona.

Su mensaje es claro: algo grave está pasando con los océanos. Viviendo en una isla, ha sido testigo de cómo la basura y la contaminación afectan el ecosistema. “Aquí en Cozumel llegan montones de desechos de otros países, el mar nos los devuelve como diciéndonos ¡miren lo que están haciendo! La gente viene, usa bronceadores que dañan los corales, tira basura… y luego nos sorprendemos cuando vemos cosas como esta”.

Para él, su arte también es un medio para generar conciencia. “Siempre trato de que mi trabajo tenga un impacto. Pintar estos peces locos no es solo por diversión, también quiero que la gente vea lo increíble que es la vida marina y la cuide”, dice con orgullo.

Artista experimentado

Con más de una década de experiencia, su estilo combina el graffiti con la vida marina. Su sello son los “peces locos”, criaturas en mutación o transformación de colores vibrantes, que reflejan su fascinación por el océano y su energía exuberante. Aunque su arte ha dejado huella en ciudades como Puerto Vallarta, Baja California Sur, Oaxaca y Ciudad Juárez, su corazón y mayor inspiración siempre están en el mar.

A sus 32 años, Rehoz también forma parte de un crew llamado Locos Playa, un colectivo de artistas urbanos que está compuesto por cerca de cinco integrantes, cada uno radicado en diferentes ciudades de México. Aunque la mayoría trabaja de manera independiente, el grupo se reúne ocasionalmente para pintar murales colectivos. “Cada uno tiene su estilo, pero todos compartimos la misma visión. El arte urbano es nuestra forma de comunicarnos, de expresarnos. Y lo chido es que, aunque estamos en diferentes partes del país, siempre nos apoyamos y nos mantenemos conectados”, explica el artista. Además de Cozumel, el crew ha dejado su huella en lugares como: Ciudad de México, Chetumal, y Puerto Vallarta, llevando el arte urbano a distintas partes del país.

El arte urbano en Cozumel y el reto de ser muralista

Aunque el arte urbano ha ganado popularidad en Quintana Roo, los artistas siguen enfrentando desafíos. “Aquí casi no hay apoyo cultural. En lugares como Oaxaca hay exposiciones y festivales de arte callejero, pero aquí en Cozumel no. A veces, conseguir un muro para pintar es complicado. He aprendido a buscarle la vuelta, contactar gente que me dé la libertad de pintar lo que quiero y seguir creando”.

A pesar de los retos, sigue adelante. Sus murales pueden encontrarse en distintos puntos de Cozumel, y quienes quieran conocer más sobre su trabajo pueden seguirlo en su Instagram @reho2one. “Estoy dispuesto a ir a cualquier parte de México y del mundo si hay un buen proyecto. Yo lo que quiero es seguir llenando de color las calles y que la gente valore lo que hacemos”.

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El mural del pez abisal y la salida de uno real a la superficie, no solo es una anécdota curiosa, sino un recordatorio de que la naturaleza nos está hablando. A través de su arte, Reho2 invita a reflexionar sobre nuestro impacto en el planeta y a valorar el talento de los artistas urbanos, quienes con su creatividad transforman los muros en lienzos de historias, conciencia y color.