Ante la pandemia de coronavirus que está afectando a la mayor parte del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que “el uso de máscaras puede reducir la velocidad a la que los individuos infectados pueden infectar a otros”. Sin embargo, los tapabocas quirúrgicos, también conocidos como N95, son exclusivamente para profesionales de salud.
Hasta ahora la Organización ha señalado que el uso del cubrebocas es obligatorio en ciertos casos, como por ejemplo: en el transporte público, supermercados, farmacias, bancos, mercados y en la filas.
Además, la OMS insiste en que quienes están contagiados con la covid-19 o sus cuidadores deben usar tapabocas para evitar nuevas infecciones.
En la página web de la OMS señala cuándo y cómo usar el tapabocas para evitar la propagación del COVID-19. Algunos puntos marca son:
- Si está usted sano, solo necesita llevar mascarilla si atiende a alguien en quien se sospeche la infección por el 2019-nCoV.
- Lleve también mascarilla si tiene tos o estornudos.
- Las mascarillas solo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón.
- Si necesita llevar una mascarilla, aprenda a usarla y eliminarla correctamente
En la misma página señala la OMS cuál es la manera correcta de usarlo y quitarlo:
- Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
- Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
- Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deseche inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
En caso de usar incorrectamente el cubrebocas se corre el riesgo de autocontaminación, dificultades respiratorias, falsa sensación de seguridad y, así como también podría provocar escasez de los mismos para el personal médico.