Guerrero, MX.- Médicos y personal del hospital Raymundo Abarca, en Chilpancingo, se negaron a practicar un aborto a una niña de diez años.
De acuerdo con los testimonios, la menor, quien vive con sus abuelos por su condición de orfandad –pues sufrió abandono por parte de su padre y su madre fue víctima de feminicidio– habría sido violada por su primo de 12 años de edad.
Familiares acudieron a una agencia del Ministerio Público Especializada de Justicia Penal para Adolescentes, donde se les autorizó la interrupción legal del embarazo, por la presunta violación de la menor.
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Sin embargo, el personal regañó a los afectados y solo le realizaron un ultrasonido a la menor, sin informar sobre los riesgos que el embarazo implica para su salud.
Los familiares explicaron que en el nosocomio les pidieron dar seguimiento al embarazo y les hicieron firmar un documento en el que se comprometían a volver cada mes para una revisión.
Luego de que el caso se hiciera mediático, la Secretaría de Salud de Guerrero emitió un comunicado en el que asegura que a la paciente y a su tía “se le brindó información objetiva y veraz sobre los riesgos que conllevaría la interrupción del embarazo”.
La dependencia estatal agregó que el miércoles 16 de febrero se recibió a la niña en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense para realizarle una nueva valoración, donde se realizará la interrupción del embarazo de la menor.
La menor se encuentra cerca de las 12 semanas de embarazo, el límite máximo para considerar la interrupción legal. Por lo que retrasar el legrado, además de violar sus derechos, pone en riesgo su integridad.
(Con información de: Publimetro)
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