Este reportaje revela una violación perpetrada contra una turista australiana y cómo se operó para que el caso no saliera a la luz en su momento.
De acuerdo con un reportaje realizado por Bloomberg Businessweek, el caso de una violación perpetrada contra una turista australiana y cómo se operó para que el caso no saliera a la luz, ha sido revelado.
Airbnb le pagó a una turista 7 mdd después de que supuestamente fue violada en un departamento de Manhattan, en Nueva York. Un pago que permaneció en secreto y que forma parte de una política de la empresa de alojamiento para ocultar incidentes de impacto, revela un reportaje.
La presunta violación ocurrió a principios del día de Año Nuevo de 2016, cuando la víctima, una mujer australiana de 29 años, y varios de sus amigos alquilaron un departamento en el primer piso en West 37th Street, a pocas cuadras al sur de Times Square.
Segun el reportaje, los invitados supuestamente recogieron sus llaves en una bodega cercana esa misma noche sin mostrar identificación y luego salieron a la fiesta de fin de año.
Cuando la víctima regresó de un bar sin sus amigos poco después de la medianoche, el supuesto agresor, identificado como Junior Lee, de 24 años, quien supuestamente estaba escondido, luego le apuntó con un cuchillo de cocina y la violó.
Posteriormente la policía capturó a Lee con un juego de llaves del apartamento en su bolso, junto con un cuchillo y uno de los pendientes de la mujer. Por lo que fue acusado de agresión sexual depredadora y podría enfrentar cadena perpetua.
De acuerdo con el reportaje de Bloomberg Businessweek, Lee se declaró inocente y permanece bajo custodia.
Este hecho ocurrió en el contexto de una batalla entre Airbnb y la ciudad de Nueva York, en la que las normativas prohíben el alquiler de departamentos a corto plazo.
Y es que la plataforma es popular porque permite a personas comunes rentar por unos días sus casas a otras personas, lo que le ha acarreado la oposición del ramo de la hotelería, de una forma similar a la que sostienen las organizaciones de taxistas contra Uber.
Cabe señalar que no está claro cómo Lee obtuvo presuntamente una llave del departamento. Sin embargo los directivos de Airbnb estaban más preocupados de que los turistas entablaran una demanda contra la compañía, por su política de llaves, que no requiere que los anfitriones usen cerraduras de teclado que cambian los códigos o revelar quién más tiene una copia de la llave.
“Las llaves duplicadas plantearon un problema particular para Airbnb y un misterio para los investigadores. ¿Cómo las había conseguido el hombre?”, cuestiona el reportaje.
Al respecto, el abogado de la mujer negoció un acuerdo de 7 millones de dólares, dos años después del presunto delito, lo que le impide culpar o demandar a Airbnb o al anfitrión del departamento.
Mientras que los detalles del crimen, la respuesta de la empresa y el acuerdo se reconstruyeron a partir de registros policiales y judiciales y documentos confidenciales, así como de entrevistas con personas familiarizadas con el caso, destacó Bloomberg Businessweek.