Hilda Oyarzún, una turista de 87 años decidió viajar desde su natal Chile hacia las bellas playas de Cancún, y aunque depende totalmente de su silla de ruedas, esto no impidió que decidiera volar.

Así que Hilda tomó un vuelo con la aerolínea Latam, que entre sus paquetes ofrece transportar la silla de ruedas de forma gratuita; sin embargo, la situación se complicó al enterarse que Latam perdió la silla de ruedas al arribar a Cancún.

Cabe destacar, que Latam ofrece el servicio de silla de ruedas temporal con un guía especializado para que las personas que lo necesiten aborden el avión, mientras las sillas de ruedas propias, viajan en el equipaje.

Cuando la mujer de 87 años llegó al destino, tuvo que quedarse inmovilizada después de que la aerolínea le informara que su silla de ruedas no aparecía por ningún lado, por lo que soltó en llanto desconsoladamente.

Posteriormente, los familiares de Oyarzún, comenzaron a reclamar a Latam para que les dieran una solución, por lo que la aerolínea le entregó una silla temporal para la estadía en Cancún, quedando formalmente con la mujer para contactarse con ella durante el primer día, situación que no ocurrió.

Los familiares de Hilda, desde Chile, comenzaron de manera oficial un reclamo para recuperar la silla perdida y una indemnización, pero fue hasta cuatro días después que Latam informó que iniciarían con la búsqueda de la silla, pero durante 30 días.

Al concluir su estadía en Cancún, Hilda volvió a subirse al avión con la promesa de que Latam le tendría una silla de ruedas para desplazarse al llegar al aeropuerto de Chile, como compensación por haber perdido su silla. También le prometió una indemnización por 400 dólares que serían depositados en cinco días hábiles y el pago de todos los gastos adicionales en los que incurrió la clienta durante esta insólita situación.

Pero nuevamente, esto no sucedió. Al llegar la mujer de 87 años al aeropuerto internacional de Chile, tuvo que quedarse sentada por 5 horas, hasta que después de reclamos y grabaciones, Latam consiguió una silla de ruedas para Hilda.

Sin embargo, la familia de Hilda hasta el momento no ha recibido la indemnización, sólo un documento que indica que de aceptar los 400 dólares, renuncian a cualquier otro tipo de pago por parte de la empresa después de los daños ocasionados.

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“Al final tuvimos que aceptar una indemnización sólo por la silla. Pero siempre nos dijeron que iban a pagar los costos asociados. Viajes personales, estacionamiento, etc. Tuvimos que incurrir en muchos gastos para gestionar el reclamo y ahora no lo pagarán”, explicó la nieta de Hilda Oryazún.