A Margarita Maza de Juárez, símbolo de dignidad de las mujeres mexicanas.
El 8 de marzo, se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Marchas y manifestaciones recordaron las luchas de obreras e intelectuales que deseaban reivindicaciones, en pos de la igualdad y la justicia social en épocas pretéritas. Hoy ha sonado la hora de la integración total de la mujer en todas las actividades humanas, respetando sus derechos que sociedades misóginas le negaron en el pasado.
En México se conmemoró el Día Internacional de la Mujer en la Cámara de Diputados, con una ceremonia solemne, la cual otorgó la medalla al mérito “Sor Juana Inés de la Cruz” a una luchadora social, maestra por antonomasia, ejemplo de dignidad, y lucha por la igualdad y justicia de la mujer, sencilla pero no ingenua, mexicana por los cuatro costados, me refiero naturalmente a mi amiga la senadora Ifigenia Martínez Hernández, quien me invitó como testigo de honor a dicha sesión en el pleno de la Cámara. Recibió la medalla antes mencionada de otro icono de la política mexicana, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, hombre de Estado que a través de la historia ha dejado huella indeleble, plasmada en instituciones en beneficio de la República. En medio de aplausos los diputados asistentes al pleno de la Cámara y emotivas estrofas del Himno Nacional fueron el marco de esta sesión inolvidable.
Este momento es oportuno para recordar a través de la historia las luchas feministas, de quienes participaron en el movimiento de nuestra independencia nacional, entre ellas se agiganta la figura de doña Leona Vicario, la Corregidora de Querétaro, doña Josefa Ortiz de Domínguez. Estas mujeres son representativas de los afanes y la inspiración de las mujeres de la época colonial que vivían en la opresión, eran simples objetos y no sujetos de derecho natural. Súbditos de un orden colonial. Lucharon por la libertad y la emancipación.
Lamentablemente en los salones de clases de las escuelas ya no aparecen imágenes de nuestra Independencia como Hidalgo, Morelos, Allende, ni de don Benito Juárez, autor de la Reforma, nuestra segunda Independencia. En su lugar aparecen una lucha de imágenes, tal vez deliberada para que se nos olvide y lancemos al basurero de la historia a los héroes nacionales, contemplamos en todo su esplendor a Mickey Mouse. Hemos olvidado también el culto a nuestra Bandera símbolo e icono de nuestra historia nacional.
Durante la Reforma destaca doña Margarita Maza de Juárez, mujer digna compañera del Benemérito de las Américas.
La Revolución Mexicana inspiró a muchas mujeres de inmensa valentía, las adelitas que pelearon al lado de sus juanes, que cuando estos caían en combate, ellas tomaban el fusil 30-30. En esta época hay muchos ejemplos mención especial merece Hermila Galindo, secretaria del presidente Carranza quien inició los primeros movimientos feministas. Al lado de muchas mujeres que lucharon como generalas o coronelas con el zapatismo, villismo y el carrancismo.
Sería hasta el 17 de octubre de 1953 cuando Ruiz Cortines ya como presidente promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el justo derecho al voto en el ámbito federal (Artículo 34), a partir de aquel entonces ha continuado la lucha por participar en la toma de decisiones que involucran a la familia y a los derechos humanos.
En 1975 se celebró en México la primera “Conferencia Mundial de la Mujer”, la cual resaltó la grave desigualdad de las mujeres con respecto a los hombres, principios inscritos en la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados. Con base en las deliberaciones de esta Conferencia Mundial, la Organización de las Naciones Unidas proclamó en aquel entonces el Día Internacional de la Mujer, que debería celebrarse el 8 de marzo de cada año.
Digno de encomio fue el trabajo de Rosa María de la Peña, bajo la coordinación de Porfirio Muñoz Ledo y un grupo de la sociedad de alumnos en la Facultad de Derecho de la UNAM al lograr que se reformara el artículo 4° Constitucional, estableciendo la igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en 1975.