La BBC ha dado a conocer el caso de dos residentes de Wuhan, un abogado y un empresario, que ante el poco interés de lasa autoridades chinas por difundir lo que ocurre con el brote de coronavirus Covid-19 comenzazon a compartir información en sus redes sociales. Luego de ser interrogados y amonestados por las autoridades, tal como el médcico que ya perdió la vida, ahora se desconoce el paradero de ambos.

Hasta el momento ninguna autoridad de Wuhan se ha pronunciado sobre la desaparición de estos dos hombres que llevan por nombre Fang Bin y Chen Qiushi.

Fang Bin es un empresario que decidió empezar a compartir material vía YouTube, que aunque está prohibido en China se puede acceder vía VPN, es decier redes virtuales privadas.

Tras subir varias publicaciones, una que hizo el 1 de febrero se viralizó, pues alcanzaba a mostrar lo que parecían cadáveres apilados en un vehículo. Él mismo alcanzó a contar que esa misma noche la Policía irrumpió en su hogar y aunque lo interrogó, lo dejó ir tras solo amonestarle. Sin embargo el 9 de este mismo mes subió un video de unos cuantos segundos de duración. Eso fue lo último que se supo de él.

CHEN QIUSHI, EL ABOGADO

El otro ciudadano chino que no puede ser localizado es un abogado de profesión, que al igual que Fang decidió contar la otra versión, la que según ellos ni medios ni autoridades estaban relatando.

Ya era conocido tras haber dado cobertura a las protestas en Hong Kong el año pasado y tras la emergencia en Wuhan por el coronavirus decidió hacer lo mismo.

Lamentablemente al haber ganado notoriedad también se ganó la viglancia del gobierno, que le seguía de cerca los pasos. Incluso sus cuentas de redes sociales, en las que tenía hasta 700 mil seguidores habían sido eliminadas.

Pero recientemente se había creado una cuenta en YouTube, donde se había hecho de unos 400 mil suscritores, así como de 265 mil seguidores en Twitter.

Dijo a un periodista de la BBC que intentaría documentar con su cámara lo que fuera posible, pero estaba consciente de la fuerte censura y que incluso si alguien compartía su material también sufriría consecuencias.

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Lo último que se supo de él fue que el 7 de febrero un video se publicó en sus redes. En este su madre denunciaba que desde un día antes su hijo ya no apareció. Hay una versión de un amigo que dice que podría haber sido puesto en cuarentena, posiblemente por la enfermedad, pero esto no ha sido confirmado por ninguna fuente oficial. Ojalá que pronto aparezcan sanos y salvos estos ciudadanos que el único delito que cometieron fue informar a China y al mundo lo que ocurre en Wuhan con el coronaviruys Covid-19.