Desde que comenzó la cuarentena muchas de las personas se han quedado en sus casas y las que han salido lo han hecho siguiendo las medidas de seguridad, como guardar metro y medio de distancia entre la gente y el uso del cubrebocas, el cual se convirtió en un arma mortal para otros seres vivos.
Tal es el caso de un pingüino en Brasil, que mientras paseaba por su hábitat se encontró con un cubrebocas, mismo que se comió.
A través de las redes sociales, se difundieron imágenes de brasileños saliendo a disfrutar de las playas tras un día de un fin de semana largo, sin embargo, pocos fueron los que recogieron su basura del lugar.
Dicho acto, le causó la muerte a un pequeño pingüino de una especie llamada Magallanes, pues dos días después de terminado el “puente largo”, un ejemplar fue encontrado muerto tras comerse un cubrebocas.
De acuerdo con un informe publicado por la ONG Instituto Argonauta para la Conservación Costera y Marina, la cual se encarga de cuidar todas las especies que se encuentran cerca de la región de Sao Paulo, hizo una autopsia al ave y descubrieron que el pingüino murió por ingerir una mascarilla N95 color negro, la cual quedó intacta en su estómago.
La misma fuente dice que los cubrebocas y las mascarillas para protegerse del coronavirus son una verdadera plaga en las playas de Sao Paulo y en las costas del país. Para que se den una idea de lo grave que es el problema, del 16 de abril al 13 de septiembre de este año, se encontraron un total de 113 máscaras desechadas inadecuadamente en la arena y el mar, y precisamente el fin de semana en el que murió el pingüino encontraron 10 más en Juquehy.
Con información de Sopitas.com