La esperanza de vida es la métrica clave para evaluar la salud de la población. Más amplia que la métrica estrecha de la mortalidad infantil y infantil, que se centra únicamente en la mortalidad a una edad temprana, la esperanza de vida captura la mortalidad a lo largo de todo el curso de la vida. Nos dice la edad promedio de muerte en una población. A partir de 1950, la esperanza de vida ha crecido, pues ha ido de 48 años a 72.

Las estimaciones sugieren que en un mundo premoderno y pobre, la esperanza de vida era de alrededor de 30 años en todas las regiones del mundo.

La esperanza de vida ha aumentado rápidamente desde la Era de la Ilustración. A principios del siglo XIX, la esperanza de vida comenzó a aumentar en los primeros países industrializados, mientras que se mantuvo baja en el resto del mundo. Esto condujo a una desigualdad muy alta en la distribución de la salud en todo el mundo. Buena salud en los países ricos y salud persistentemente mala en aquellos países que siguieron siendo pobres.

En las últimas décadas, esta desigualdad global disminuyó. Ningún país del mundo tiene un promedio de vida más baja que los países con la esperanza de vida más alta en 1800. Muchos países que no hace mucho sufrían de mala salud se están poniendo al día rápidamente, aunque aún se debe mejorar.

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Desde 1900, la expectativa de vida promedio mundial se ha más que duplicado y ahora está por encima de los 70 años. La desigualdad de la expectativa de vida sigue siendo muy grande en todos los países. en 2019, el país con  más baja es la República Centroafricana con 53 años, en Japón el promedio de vida es de 30 años más.