Australia vive una de sus mayores polémicas ambientales de los últimos años. Hasta 750 koalas fueron sacrificados por francotiradores desde helicópteros en el Parque Nacional Budj Bim, en el estado de Victoria, una decisión del gobierno local que se justificó como una “eutanasia humanitaria” tras los estragos de un incendio forestal que arrasó más de 2.000 hectáreas de vegetación nativa.
La noticia generó un profundo rechazo tanto en el país como a nivel internacional. Activistas, ONG ambientales y representantes políticos han alzado la voz para cuestionar no solo la ejecución del operativo, sino también los fundamentos éticos y científicos que lo sostienen.
Consecuencias del incendio en los koalas
El fuego arrasó con buena parte del ecosistema local en marzo, dejando a muchos koalas heridos, sin agua ni alimento. Según las autoridades, el estado de estos animales era tan crítico que su recuperación era prácticamente imposible. Por lo que se optó por aplicar la eutanasia desde el aire para evitarles mayor sufrimiento.
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El Departamento de Energía, Medio Ambiente y Clima de Victoria aseguró que la decisión fue tomada tras evaluaciones clínicas y con el visto bueno de la primera ministra del estado, Jacinta Allan. Sin embargo, la metodología del operativo ha generado un fuerte rechazo, sobre todo entre expertos en vida silvestre, quienes dudan que desde el aire se pueda evaluar correctamente la salud de un koala.
Críticas al procedimiento de exterminio de los koalas en Australia
Organizaciones defensoras de los animales advierten que, desde esa altura, es prácticamente imposible saber si un koala está herido, si muestra señales de mejora o si lleva crías en su bolsa. Esto podría haber causado la muerte de ejemplares sanos, e incluso de madres con sus crías.
Georgie Purcell, diputada del Partido de Justicia Animal, y Jess Robertson, presidenta de la Alianza por los Koalas, coincidieron en que el operativo fue “inhumano”. Ambas remarcaron que, si era necesario intervenir, debió hacerse desde tierra, con un enfoque más cuidadoso y compasivo.
Un precedente preocupante para la gestión de fauna
Este operativo marca un antes y un después en la forma en que Australia enfrenta emergencias que afectan a su fauna. Nunca antes se había utilizado este tipo de intervención con koalas, una especie emblemática y vulnerable.
Organizaciones como Friends of the Earth Melbourne advirtieron que esta acción podría abrir la puerta a futuros procedimientos similares, en los que bajo la justificación del “bienestar animal” se tomen decisiones que, en realidad, podrían vulnerar los principios básicos de ética ambiental.
Por ahora, la controversia sigue creciendo y el debate sobre cómo actuar en situaciones críticas con especies protegidas está lejos de cerrarse.
Con información de El Comercio.com.
