Los daños catastróficos por el cambio climático no son una posibilidad, sino una realidad actual, y no solo al medio ambiente, sino al propio ser humano. Ciudades en hundimiento, clima extremo y recale de toneladas de sargazo son algunos de los estragos millonarios que podrían arruinar economías completas.
La realidad del cambio climático: sargazo, ciudades hundidas y cosechas perdidas
Desde al menos la década de los 70, se ha venido advirtiendo de los crecientes niveles marinos, paulatino aumento de la temperatura y perturbaciones en las corrientes marinas y atmosféricas, pero han sido en los últimos 10 años cuando se ha sentido como algo ya palpable.
El arribo del sargazo es un ejemplo conocido por todos en el Caribe. En parte culpado por el exceso de agroquímicos arrojados en el río Amazonas, lo cierto es que las aguas cálidas también un factor que fomenta esta alga, que duplica su peso cada 18 días en altamar, además del surgimiento de corrientes que lo han traído desde hace unos años a Quintana Roo, así como los países del Caribe.
De acuerdo con investigadores de la UNAM, las grandes cantidades de sargazo que se han presentado en playas de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel, están altamente relacionadas con el calentamiento global.
“Todo parece indicar que el calentamiento global del océano está provocando corrientes que han hecho que los crecimientos del sargazo sean enviados hacia el sur y el Caribe, por lo que este fenómeno se ha visto en las costas de México, Brasil, Costa Rica, y África, por mencionar algunas ubicaciones”, explica el doctor en Ciencias por la UNAM, Daniel León.
Yakarta, ciudad en vías de extinción
La zona metropolitana de la capital de Indonesia, Yakarta, es hogar de 30 millones de personas, con una proyección para desbancar a Tokio como ciudad más grande del mundo para 2030; sin embargo, el gobierno ya planea trasladar la capital y abandonarla, debido a los crecientes niveles del mar y continuo hundimiento.
El hundimiento se da a un ritmo acelerado, en parte por el impacto humano (explotación del manto acuífero), pero también en parte por el calentamiento global, que continúa elevando el nivel de la costa.
El norte de Yakarta se hundió 2,5 metros en 10 años y continúa haciéndolo a un promedio de entre 1 y 15 centímetros al año.
Heri Andreas, experto en el hundimiento de la tierra de Jakarta en el Instituto de Tecnología de Bandung, destacó que, si el calentamiento global continúa con su ritmo acelerado para 2050, el 95% de Yakarta del Norte se hundirá.
Clima extremo
Estados Unidos ha sufrido en la última década varias ondas gélidas, así como “súpertormentas” y huracanes de intensidad inusitada, que han generado millones de dólares en daños y un alto número de muertes.
Las tormentas invernales, al contrario de lo que pudiera pensarse, están directamente ligadas al cambio climático, pues derivan de un calentamiento repentino sobre el Polo Norte, causado por una ráfaga de aire caliente originadas del norte de África, que arrojan estos aires polares sobre Norteamérica.
La “Supertormenta Sandy”, un gigantesco ciclón que golpeó la costa este de Estados Unidos, destruyó casas y edificios, según científicos, debido a los crecientes niveles del agua permitieron que extendiera las inundaciones en áreas mayores.
Economía en riesgo
Los daños económicos del cambio global son difíciles de cuantificar, pero ya suman millones.
En Chile, los efectos detectados por el calentamiento global es la acidificación de las aguas por la concentración de gases como el dióxido de carbono, lo cual está cambiando las condiciones para efectuar la pesca.
En distintas partes de México, cosechas enteras se han perdido al no llegar las lluvias en las fechas esperadas.
Quienes viven en riberas de ríos y suelos inestables son los más susceptibles a los efectos de los cambios de clima y la alteración de las estaciones de siembra.
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Huracanes y las inundaciones subsecuentes, sequías y ausencia de lluvia, temperaturas superiores a los 40 grados, fríos que congelan los frutos en el sureste mexicano ha hecho la agricultura una actividad cada vez más difícil.
