En una mina infestada de murciélagos fue hallado un virus 96% parecido al COVID-19 hace 8 años en China.
Allá por agosto de 2012, un grupo de científicos viajó al sudoeste chino para estudiar una nueva y misteriosa enfermedad letal que surgió en una mina abandonada. Ocho años después, descubrieron que las semejanzas con el SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19 son sorprendentes.
El “primo-hermano” de COVID-19 fue encontrado en una mina de cobre abandonada en 2012
La mina de cobre abandonada e infestada de murciélagos se ubica en Mojiang, al oeste de China. Este lugar fue hogar de un coronavirus que dejó a seis hombres adultos enfermos de neumonía y cobró la muerte de tres de ellos.
Los científicos en agosto de 2012, tomaron muestras de las heces de los murciélagos que encontraron en el piso de la cueva y las almacenaron en un laboratorio a 1 mil 600 kilómetros de distancia en Wuhan durante años, mientras las estudiaban.
Fue hasta diciembre pasado, que Wuhan se convirtió en el nido de una pandemia mundial de coronavirus que ahora ha infectado a más de 11.3 millones de personas y ha matado a 531.000.
El virus encontrado en la cueva fue llamado RaBtCoV/4991 en ese momento, ahora parece ser el pariente más cercano al SARS-CoV-2, según pudo determinar el estudio del Sunday Times.
No se informó a las autoridades
Pero los investigadores chinos no parecen haber sido comunicativos sobre el hecho de que encontraron un virus tan similar hace casi una década en 2012, y especialmente porque mató a tres hombres cuando fue descubierto.
El virus ha aparecido en un artículo científico ampliamente disponible y eso no menciona el hecho de que había causado neumonía mortal en humanos, según los informes.
Por lo que el descubrimiento de que un virus muy similar a COVID-19 circulaba en murciélagos en Mojiang, en donde la mitad de los murciélagos probados en la mina portaban al menos un tipo de coronavirus, ha generado dudas sobre la verdadera fuente de SARS-CoV-2.
La historia oficial, hasta el momento, es que el virus SARS-CoV-2 paso de un animal (que se cree que es un pangolín) a humanos en el mercado de mariscos Hunan en la ciudad de Wuhan.
A partir de aquí, se extendió por toda la población de esta ciudad, que cuenta con más de 11 millones de habitantes y que además es un centro de transporte. Donde en trenes y aviones se expandió a todo el mundo en cuestión de semanas.
¿COVID-19 se originó en murciélagos?
Pero podría haberse extendido a otros lugares primero, e incluso las autoridades chinas han admitido desde entonces que el mercado fue una “víctima” de la epidemia en lugar de su origen.
Para el doctor Peter Daszak, experto británico en enfermedades animales, de acuerdo a lo que le dijo a The Sunday Times, sugirió que ya se estaba extendiendo en algún lugar alrededor de la mina en la zona rural de Mojiang y luego estalló en Wuhan.
“Una suposición justa es que se derramó en animales en el sur de China y luego se envió a través de personas infectadas o animales asociados con el comercio a Wuhan”, advirtió.
El virus RaBtCoV/4991 parece haber causado una enfermedad que suena extremadamente similar a COVID-19, y tiene un código genético del 96,2% que coincide con él.
Síntomas similares
Los seis hombres que enfermaron con el virus en 2012 lo hicieron después de ser asignados a la mina para limpiar las heces de los murciélagos y aún no está claro exactamente cómo los infectó. Pero los hombres, que tenían entre 30 y 63 años, todos necesitaron tratamiento de cuidados intensivos en el hospital. Todos tenían fiebres altas, dolores corporales y tos, y cinco de ellos luchaban por respirar.
Todos estos síntomas coinciden con los causados por el virus SARS-CoV-2, y tras ser testeados resultaron negativos para todas las enfermedades tropicales en las que los médicos podían pensar, pero dos de ellos luego dieron positivo en muestras de sangre por haber sido infectados con SARS o un coronavirus similar al SARS.
Este nuevo hallazgo impulsa la teoría que sugiere el posible origen del virus COVID-19 en murciélagos salvajes en China.
