Ciudad de México.-Hace unas semanas la periodista Beatriz Pereyra escribió para la revista Proceso, sobre la alta posibilidad de que los mexicanos estén consumiendo carne contaminada con clembuterol, pues el reportaje sale a la luz después de siete años de investigación.
De acuerdo con Beatriz Pereyra “el clembuterol es un anabólico prohibido por la ley cuyos impactos a la salud son imprevisibles. Consumir 250 gramos de carne magra bastaría para tener altos niveles de esa sustancia en el cuerpo. Las autoridades “lo desmienten”.
El Gobierno Federal está al tanto de la situación, pero no consideran que la carne contaminada sea problema de salud, a pesar de que la Ley Federal de Sanidad Animal y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prohíben el uso de este anabólico por los daños que ocasiona tanto en animales como en seres humanos.
Por lo tanto, las autoridades no han realizado estudios en toda la población como para saber con certeza cuántos mexicanos tienen clembuterol en su cuerpo.
Pereyra indicó que sólo el 60% de las unidades productoras de carne tiene el certificado de inspección del Servicio Nacional de Sanidad, Calidad e Inocuidad Agroalimentaria, que garantiza la calidad del producto, mientras tanto el otro 40% está siendo vendido en las calles y en los mercados de las colonias, por lo cual dicha carne no está siendo vigilada por este organismo, lo que arroja una alta probabilidad de que las reses estén siendo alimentadas con clembuterol.
“¿Dónde se vende ese 40%? En los mercados de la calle, en las carnicerías de las colonias, ahí es donde la mayoría de la gente compramos la carne, porque tenemos la creencia de que es más fresca que la del supermercado. Si llegas al grado de la intoxicación y eres una persona que tiene problemas cardíacos te puedes morir. Me parece gravísimo que esto para las autoridades no sea importante”, aseguró.
De acuerdo con el Gobierno no hay un problema, pues en 2017 la cifra de intoxicados por clembuterol fue de 1,2 personas por cada 100.000 habitantes, menos que los 4,2 registrada hace diez años, (pero superior a la tasa de 0,08 que en 2013 reportó el Sistema Único de Información para la Vigilancia Epidemiológica), escribió Pereyra en su reportaje.
La evidencia
En 2011 durante el mundial de futbol “México sub-17”, cinco jugadores de la selección mexicana dieron positivo en un control antidopaje, por lo que se hizo una investigación por parte de la Federación Mexicana de Fútbol y de la FIFA, quienes determinaron que los jugadores tenían clembuterol en el cuerpo por haber consumido carne contaminada sin saberlo. Sin embargo, las autoridades sanitarias y las ganaderas del país negaron el hecho diciendo que los jugadores culpaban a la carne de su dopaje.
Posteriormente se registró otro caso de clembuterol en el mismo mundial sub-17, ya que distintas selecciones de 24 países dieron positivo en los controles anti dopaje. “Las autoridades deportivas se alteraron y dijeron: ‘no, no es posible que tantos jugadores de tantos países distintos estén usando clembuterol'”, mencionó la periodista.
Pereyra recordó que se llevaron las muestras de carne de los hoteles de concentración donde se hospedaban las selecciones, para analizarlas en un laboratorio en Holanda, y los resultados arrojaron que efectivamente, la carne estaba contaminada.
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En México hay aproximadamente 30 millones de reses, pero no se sabe cuántas se alimentan con clembuterol y, por ende, tampoco se sabe cuántas personas consumen carne envenenada.
