Cancún.- Aunque las fiestas y festejos de gran tamaño han sido prohibidos en el estado, por la actual pandemia, la ciudadanía todavía insiste en comprar piñatas, para sus pequeñas reuniones de fin de año, al ser una tradición que realizan año con año.
Rosa María quien se dedica a la venta de estas confecciones artesanales, mencionó que para muchos es importante darles una alegría a sus hijos, en especial después de un año tan complicado, en el que no han tenido clases presenciales y se la han pasado lejos de sus amigos.
“La tradición sigue vigente, cada año la quieren continuar, a pesar de la enfermedad, para tener un poco de alegría”, alegó la mujer.
En el caso de sus piñatas, los precios varían desde 35 pesos por las más pequeñas, más adecuadas como adorno, hasta las de 250 pesos, de gran volumen para rellenarse con toda clase de dulces. Estas últimas casi no han salido, admitió.
Rosa María dice que año con año se dedica a crear estas piñatas con ayuda de sus hijos, para obtener un ingreso extra, contando un permiso especial para ofrecerlas en la vía pública. Comentó que el proceso es laborioso y el material cada vez está más caro, pero con que pueda recuperar ese costo y un ahorro extra, quedará más que satisfecha.