Una nueva ciudad forestal inteligente diseñada por el arquitecto Stefano Boeri Architetti se desplegará cerca de Cancún y tendrá movilidad de vanguardia, biodiversidad ejemplar o autosuficiencia energética y alimentaria serán algunas de sus insignias.
Stefano Boeri Architetti es un arquitecto del futuro, quien pretende desarrollar la primera ciudad forestal del mundo, situada cerca de Liuzhou, en la zona montañosa de Guangxi, al sur de China que está destinada a combatir los índices de contaminación del país asiático y próximamente cerca de Cancún
Este se trata de un proyecto de dimensiones espectaculares, amparado en la sostenibilidad e inteligente que aúna naturaleza y tecnología, además busca el equilibrio para eliminar la huella de carbono.
Los árboles deberían reemplazar al aire acondicionado
La nueva ciudad albergará 130,000 habitantes, devolviendo a la naturaleza un área grande donde se habría construido un distrito comercial. Así, estará dotada 400 hectáreas de espacios verdes con 7.500.000 plantas que abarcan 400 especies diferentes elegidas cuidadosamente por Laura Gatti, botánica y paisajista además 260.000 de las cuales serán árboles, que sumarán 2,3 por cada habitante.
Gracias a los nuevos parques públicos y jardines privados, a los techos verdes y a las fachadas verdes, existirá un equilibrio perfecto entre la naturaleza y la huella del edificio.
Smart Forest City, nombre con el que se ha bautizado el proyecto, absorberá 116.000 toneladas de dióxido de carbono con 5.800 toneladas de CO2 almacenadas por año.
Smart Forest City – Cancún
Esta ciudad contará también con un centro de investigación avanzada que podría albergar a diversos departamentos universitarios, organizaciones internacionales y empresas de todo el mundo que se ocupan de cuestiones de sostenibilidad y trabajan para combatir el cambio climático y asegurar el futuro del planeta.
Gracias a la contribución de la oficina alemana Transsolar, esta ciudad bosque inteligente está concebida para ser completamente autosuficiente en alimentos y energía que abogará por una economía circular completa.
Esto gracias a que se construirá un anillo de paneles solares y de campos agrícolas irrigados por un canal de agua conectado con una tubería marítima submarina.
El agua como elemento clave
En particular, el agua es un elemento clave en este proyecto: se recoge a la entrada de la ciudad en una gran cuenca, donde también hay una torre de desalinización, y se distribuye mediante un sistema de canales navegables en todo el asentamiento hasta llegar al cinturón de campos agrícolas que rodea el área urbana.
Lo que más destaca es la construcción de jardines acuáticos, diseñados para combatir las inundaciones como modelo para paisajes resistentes.
En el terreno de la movilidad MIC (Mobility in Chain) ha propuesto para la ciudad bosque un sistema de transporte articulado que permitirá a los residentes y visitantes dejar sus vehículos en los bordes de la ciudad y confiar exclusivamente en la movilidad eléctrica y semiautomática interna.
Existe una gran flexibilidad en cuanto a nivel de proyección urbanística para la distribución de todas las tipologías arquitectónicas diferentes que se pueden articular en los cinco grandes sectores. Así, cada habitante va tener a su disposición todos los servicios a una distancia correcta para peatones y ciclistas, en un entorno natural e innovador salpicado de verde e impulsado por la innovación y amparado en la autoeficiencia.