Cancún.- Aunque los crímenes relacionados al narcotráfico, responsable del 90% de los homicidios en Quintana Roo, pertenecen al fuero federal, la presencia de efectivos policiacos de este nivel de gobierno es mínima en la entidad, lo que recarga indebidamente los esfuerzos de seguridad en el estado.
Los índices delictivos en la entidad, que se dispararon en los últimos años, producto de la pugna entre distintos grupos delictivos por el control de la venta de estupefacientes, este año por primera vez comenzaron a descender, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en particular en delitos de alto impacto.
Por dar un ejemplo, si bien en los últimos cuatro meses del año pasado hubo 281 asesinados, para el primer cuatrimestre de 2019, la cifra bajó a 249, lo que supone una disminución del 15%.
La contención de este fenómeno, sin temor a equivocarse, puede ser atribuido a la estrategia del Gobierno de Quintana Roo de implementar un Mando Único, ahora ya en los 11 municipios del estado, pues ocurrió mientras las fuerzas federales redujeron su presencia en la entidad, pese a que se trata de un flagelo de su competencia.
En promedio, 9 de cada 10 de esos homicidios están ligados con grupos delictivos, por temas como la venta de droga, extorsiones, trata o hasta el secuestro, todos delitos de fuero federal.
Sin embargo, con el cambio de sexenio, se retiró el 70% de los efectivos del territorio quintanarroense, al pasar de tener 3 mil 200 militares y mil policías federales, a solo 860 policías militares y 300 agentes federales.
El abrupto cambio ocurrió cuando apenas se estaba inaugurando una Ciudad Militar, que iba a albergar a los miles de agentes que se suponía debían quedar destacamentados en el norte de la entidad.
En la relación de fuerzas actuales, se tiene que con la población actual, cercana al millón 600 mil habitantes, se tiene a 53 policías militares y 19 agentes federales por cada 100 mil quintanarroenses.
Esto significó que recayó principalmente en la Policía Estatal, y las municipales, a través del Mando Único, el hacer frente a la amenaza de la delincuencia.
Pero no se trata simplemente de un tema de responsabilidades, sino principalmente de atribuciones, pues toca al Gobierno Federal desmantelar las rutas de trasiego de droga, de trata o las redes de extorsión, temas que rebasan a la Secretaría de Seguridad Pública estatal. Ello cobra especial relevancia al considerar que Quintana Roo es un estado fronterizo y, pese a los acuerdos con Estados Unidos, la presencia del Instituto Nacional de Migración y de aduana es escasa y fácilmente corrompible.
También te puede interesar: Vendrá fuerte inversión en seguridad para BJ: Mara
De visita hoy en Mérida, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que en Quintana Roo los índices delictivos son una preocupación, pero congratulándose por la reducción lograda en los últimos meses, aunque evitando mencionar la retirada de efectivos que ordenó y que mantiene a la entidad vulnerable.