PARAÍSO PARA EL’LAVADO’: Cancún, la Riviera Maya y Tulum atraen inversiones ilícitas, documenta el IMEF

Quintana Roo se ha convertido en un lugar activo para el “lavado” de dinero y se encuentran dentro de los diez estados de la República con más reportes de este delito, ante la Unidad de Inteligencia Financiera, (UIF).

Lo anterior lo detalla el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), organismo que realiza estudios sobre las entidades y el riesgo que tienen con posibles inversiones provenientes de “lavado” de dinero.

En el caso de Quintana Roo, el IMEF ha detectado que en los últimos diez años, tanto en Cancún, Riviera Maya y ahora Tulum, se llevan a cabo transacciones por arriba de los diez mil dólares, sin que se conozca su origen.

Esta situación, se da mediante inversiones que llegan a la entidad bajo el estatus “turística” en su mayoría, y se dividen en tres tipos: corporativas, empresariales y relevantes.

Las primeras por lo general se dan a través de grupos inversores que, en su mayoría no son conocidos ni en el estado y ciudad donde invierten, así como en muchas partes del país, debido a que sus registros no son tan claros.

Las segundas se tratan de inversiones que son realizadas con grupos empresariales que son conocidos y que su vez, en algunas ocasiones son relacionados con algún núcleo delictivo.

Por último están las relevantes, las cuales se salen de todo contexto, debido a su dudoso origen y aún así, llegan a las ciudades.
A raíz de este análisis, Quintana Roo ocupa la séptima posición a nivel nacional dentro de los estados propensos a inversiones de lavado de dinero, siendo los otros Distrito Federal, seguido por Sinaloa y Chihuahua, Colima, Tamaulipas y Nuevo León, se ubican de la posición seis para arriba.

Lavado de dinero sin control

A pesar de que entró en vigor la ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, el número de reportes no ha disminuido sino va en aumento lo que lleva a pensar que el método interno para lavar se ha perfeccionado, sobre todo en los estados receptores de inversión constante, como es el caso de Quintana Roo.

Para ejemplificar esto, la entidad registra actualmente 39 averiguaciones previas iniciadas en el fuero federal por operaciones con recursos de procedencia ilícita en el período 2006-2014.

De acuerdo con el estudio: Lavado de Dinero en México: alcances y retos pendientes, la entidad se ubica en lugar 13, en averiguaciones previas iniciadas por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, un poco arriba de la media nacional. A pesar de que Quintana Roo no se coloca en los primeros lugares en operaciones de lavado de dinero, la presencia de la delincuencia organizada se ha registrado con detenciones de alto impacto; consideradas así por la autoridad federal.

Cabe señalar que por muchos años, Cancún ha sido considerado como un destino “favorito” para el lavado de dinero por parte del crimen organizado, pues lo mismo adquieren grandes propiedades, que invierten en negocios “fantasma” y otros más que operan por un tiempo para movilizar fuertes cantidades de recursos procedentes de las actividades ilícitas.

Según información del gobierno de Estados Unidos hay una fuerte liga entre dos ciudades mexicanas, una de estas Cancún y la otra Jalisco, pues sujetos ligados al crimen organizado han establecido negocios que sirven de cubierta para ‘legalizar’ el dinero que proviene del trasiego de drogas rumbo a la frontera norte.

Un caso de estos, derivó en la detención en marzo de 2011 por parte de las fuerzas federales de Carlos Enrique Osorio Teyer, señalado de lavar dinero para “Los Zetas” en Cancún.

También se han registrado hechos como la ejecución en agosto del 2011, de Miguel Rodríguez Olivera (alias Miguel Angel Gutiérrez Sánchez), boletinado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como parte de un grupo de cuatro hermanos, originarios de Tecalitlán, Jalisco, dedicados a las “actividades financieras” del cártel de Sinaloa.

Se trata de los hermanos Luis Fernando, Esteban, Miguel y Daniel Rodríguez Olivera, integrantes de la banda ‘Los Guerritos’ o ‘Los Güeritos’, quienes eran procedentes de Jalisco y que habían elaborado una red de lavado de dinero Quintana Roo-Jalisco para Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

Otro caso difundido por las autoridades de Estados Unidos, es el de Brenda Esparragoza Gastelum, identificada como hija de Juan José Esparragoza, alias ‘El Azul’, quien operaba el negocio Socialika Rentas y Catering con sede en Zapopan, Jalisco, pero registrado en Cancún, Quintana Roo, bajo el Registro Federal de Contribuyentes SRC-080222-274.

La misma mujer tenía domicilio en calle Calkiní, manzana 11 lote 1, en la colonia Residencia Sol del Mayab, Benito Juárez, Quintana Roo.

También está el expediente de la empresa Desarrollo Arquitectónico Fortia y compañías vinculadas a Ezio Benjamín Figueroa Vásquez y su hijo, Hassein Eduardo Figueroa Gómez, quienes fueron fichados por el gobierno de Estados Unidos como lavadores de dinero y parte de la red para surtir químicos a diversas organizaciones criminales.

De acuerdo a los datos del gobierno estadounidense estos empresarios formaron un puente Africa-América para abastecer de sustancias a los cárteles de la droga.

Desarrollo Arquitectónico Fortia estaba asentada en la colonia Granja, Zapopan, pero también tenía una sede en avenida Miguel Hidalgo (Ruta cinco), manzana 47, lote 11, Local B, Región 92 del municipio de Benito Juárez en Quintana Roo con el RFC DAF0301276R6.
Un ejemplo más es el empresario jalisciense Jorge Octavio López Rodríguez, supuesto proveedor de dólares limpios al Cártel de Medellín.

EU lo liga a las empresas Cimientos La Torre y Cumbres Soluciones Inmobiliarias, asentadas en Guadalajara, Zapopan y Cancún: calle Aurora y Andrés, Benito Juárez, Quintana Roo.

Del mismo modo, otra empresa es Promociones Citadel, con domicilios registrados en Zapopan (calzada del Fresno 70-A, colonia Granja) y en Cancún es en la Ruta Cinco, manzana 47, Lote 11, local A de la Región 92.

Dentro de este contexto, Según el estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, en México se calcula que se lavan 10 mil millones de dólares al año, asociando las operaciones financieras a delios como: tráfico de drogas, contrabando de armas, corrupción, fraude, trata de personas, prostitución, extorsión, piratería, evasión fiscal, entre otros.

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