Playa del Carmen, Quintana Roo.- La digitalización y las nuevas tecnologías que se han propagado con más rigor dada la pandemia, que ha conllevado al confinamiento también se ve reflejada en las nuevas estrategias de predicación, para la comunidad de los Testigos de Jehová, pues ahora acosan no solo toncando puertas, sino por celular vía llamadas o mensajes de Whatsapp.

De acuerdo con algunos testimonios, en Playa del Carmen hay ciudadanos que han recibido llamadas de este grupo religioso que busca predicar a toda costa y si antes las personas se escondían en casa y no abrían la puerta los domingos para no escuchar sermones a domicilio, ahora temen contestar su teléfono porque “no hay quién los pueda callar”, cuando más prisa se tiene. Aunque cambian constantemente de número, el recurrente es: 967 138 0935, acusan.

Y es que, si bien la libertad de culto es un derecho de todos los mexicanos, plasmado en la Constitución, muchos integrantes de esta religión, llegan a un grado de acoso hacia sus semejantes, con tal intentar “tranformarlos”, a su religión.

Y ahora, debido al confinamiento obligatorio, debieron adaptarse a la “nueva normalidad”, y para no contagiarse tocando puertas, ahora llaman a horas inoportunas o mandan mensajes los domingos desde distintos chips.

Cabe decir que la Secretaría de Gobernación tiene una dependencia de asuntos religiosos, para enviar las quejas de acoso.

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Por otro lado, se puede demandar ante el Instituto de Telecomunicaciones o las comisión de Derechos Humanos por invasiones a la privacidad e intimidad, sobre todo si quien nos llama conoce nuestro nombre, pues significa que han vendido una base de datos con nuestros datos personales y si eso es sin nuestro consentimiento, es un delito