Kaia Rolle, una niña de apenas seis años fue torturada psicológicamente, arrestada y procesada por un oficial de Orlando, Florida.
En el video se observa a la pequeña estudiante de primer año mirando con terror las esposas que sostiene el oficial, mientras que pregunta: “Para qué es eso”, el policía sin titubear le responde: “Son para ti”.
Entre súplicas y llantos la niña fue esposada y trasladada, cual vil criminal, hasta la patrulla ante los ojos de sus maestros, mientras que imploraba por una segunda oportunidad, aunque no sirvieron de nada.
La menor de edad fue trasladada al centro de detención juvenil, donde le abrieron un expediente, le tomaron las huellas digitales, así como las clásicas fotografías de frente y perfil sosteniendo un número para su ficha policial al lado del nombre Kaia Rolle.
El incidente ocurrió después de que en medio de un berrinche la menor golpeara y pateara a personal de una institución educativa. De acuerdo con Merlayn Krikland, abuela de Kaia, esta actitud se debe a un trastorno del sueño que sufre, denominado apnea del sueño y que le provoca malestar y cansancio durante las mañanas, pero el policía se encargó de acusarla de agresión y desacato.
El caso desató reacciones de todo tipo, pero gracias a la presión social, el policía fue despedido por no seguir el protocolo adecuado. De acuerdo con la BBC, las leyes establecen que un oficial de policía debe contar con la aprobación de su supervisor para arrestar a un menor de 12 años.
Aunque no queda claro quién llamó a la policía y el por qué sus profesores no hicieron nada por reclamar ante la situación tan arbitraria, el diario británico recibió noticias de que Jeff Kaye, presidente de la consultoría “School Safety Operations” escribió al Whashigton Post para asegurar que en otros estados el agente no solo habría sido despedido, sino posiblemente acusado de algún delito.
“No se me ocurre ninguna razón para arrestar a un niño de 6 años, escribió.
A pesar de el arresto de Kaia Rolle sucedió en septiembre del 2019, la familia decidió esperar y mostrar el vídeo cinco meses después, con la intención de que otras escuelas desarrollen estrategias para que esto no vuelva a ocurrir.