Ser testigo de Jehová está prohibido en Rusia desde hace tiempo. Debido a ello es que una mujer de 69 años de edad se han convertido en la primera persona sentenciada por profesar esta religión.
Como una sentencia cruel y sin precedentes, califican los testigos de Jehová a esta condena de dos años de prisión contra una adulta mayor en la localidad de Abakán, capital de la república rusa de Jakasia.
La mujer de 69 años, y de nombre Valentina Baranovskaya culpable de “participación en una organización prohibida”, es decir, su delito es pertenecer a los testigos de Jehová.
Y no es la única condena en la familia por pertenecer a esta religión. Su propio hijo, Román Baranovsky, fue condenado a seis años de prisión por “organizar las actividades” del grupo religioso.
El gobierno de Vladimir Putin en Rusia considera como “extremistas” a los testigos de Jehová, así lo dictó el Ministerio de Justicia. Este término bastante ambiguo se aplica por igual a una organización “terrorista”, a una secta o a grupos de oposición.
Hay otra razón por la cual los testigos de Jehová son perseguidos y que han sido señalados y criticados por la poderosa iglesia ortodoxa rusa, culto que es además cercano al Kremlin y a Putin.
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Este caso sin duda traerá nuevas críticas a Rusia y a Putin, aunque parecer no importarles el atentar contra derechos humanos básicos. Ahora tampoco permiten la libertad de culto.
¿Te imaginas que profesar tu religión sea un delito? Pues eso le ocurrió a esta señora de 69 años en Rusia, que ahora pasará dos años en una prisión de Siberia.