Riviera Maya Sostenible, presentó los resultados de su “Encuesta de sensibilidad y resiliencia turística”, que arrojó dos grandes mensajes en torno a lo que ha sido esta pandemia del coronavirus.
El organismo de participación público-privada, que trabaja bajo un esquema de gestión de resultados en pro de la Sostenibilidad de la Riviera Maya, que dirige Beatriz Barreal, destaca de entrada el diseñar medidas que incrementen la capacidad de adaptación al cambio.
El otro punto, fue que el Covid-19 “ha dejado de manifiesto la capacidad de la naturaleza para recuperarse frente a la retirada de la presencia del hombre y con ello se ha desarrollado una mayor conciencia sobre el daño que hemos causado y las graves consecuencias de ello en el equilibrio natural en el planeta”.
El estudio elaborado por Riviera Maya Sostenible fue en base a una encuesta sobre sensibilidad y resiliencia turística en la que participaron personas clave del sector privado y del gobierno vinculados al turismo en distintos destinos de varios países.
El propósito de la encuesta fue analizar las posibilidades que la sostenibilidad puede ofrecer hoy para evitar de ser posible, o al menos prevenir y tomar medidas de precaución que desarrollen nuestra capacidad de adaptación y resiliencia ante las consecuencias devastadoras que tiene la actividad humana en el turismo.
Asimismo, se pretendía conocer los efectos de la contingencia en los destinos turísticos según las organizaciones públicas y privadas relativas al sector y, con esto, comprender si se dará una recuperación responsable del mismo desde el punto de vista del desarrollo sostenible.
Entre las preguntas hechas, se consultó al sector si en sus instituciones contaban con un fondo especial para enfrentar una contingencia, lo que arrojó que la mayoría de las organizaciones encuestadas carecen de un fondo especial para contingencias que permita hacer frente a situaciones de emergencia sanitaria o desastres naturales.
Asimismo, la mayoría de los encuestados considera que la creación de un fondo de emergencias con aportaciones del sector público y privado sería factible.
Sin embargo, en cuanto a transparencia en el manejo de este fondo se refiere, un 40% de los encuestados opinó que un fondo de este tipo debería operarse mediante un fideicomiso, mientras que el 43% consideran preferible un fondo mixto público-privado.
En lo que respecta a la diversificación económica como medida estratégica para un turismo
más sostenible, la encuesta de Riviera Maya Sostenible refiere que en muchos de los destinos turísticos se observa una clara concentración de la economía en el sector turístico. Esta especificación en un solo mercado hace que los destinos se conviertan en regiones vulnerables y dependientes, lo que supone un riesgo para la sostenibilidad de los mismos.
En este sentido, el 95.8% de los encuestados considera que el sector turístico debería involucrarse en la diversificación económica de los destinos turísticos con el fin de que la economía no se concentre en ese único sector.
De entre las alternativas que se podrían impulsar en los destinos, destacan algunas dentro del sector primario como la agricultura, la pesca y la ganadería, así como actividades del sector energético o investigación, innovación y tecnología.
Finalmente, en cuanto a la certificación sanitaria, los encuestados revelaron que para brindar la seguridad sanitaria que dé garantías a residentes, trabajadores y turistas, es necesaria una corresponsabilidad que comprometa tanto a los prestadores de servicios turísticos del destino receptor, como a los visitantes.
“De estas tres secciones, destaca pues la clara respuesta del sector turístico de emprender
medidas que le permitan, por un lado, mejorar sus condiciones de prevención ante futuras
contingencias, a través de medidas financieras como la creación de un fondo especial
multisectorial, o bien con el involucramiento en el desarrollo de otras actividades económicas que diversifiquen la economía y disminuyan su vulnerabilidad estructural”, concluye Riviera Maya Sostenible, “y por el otro, ante la situación de emergencia, el sector demuestra su capacidad de adaptación, encarando el momento de crisis con medidas que le permiten capotear la situación, intentando reaccionar lo antes posible para reactivar su actividad y disminuir en la medida de lo posible los daños económicos y sociales resultantes”.