La pequeña Kayleigh Kulage de apenas cinco años recibió el acto de amor más grande que su maestra pudo darle y quien sin dudarlo dos veces decidió donarle un riñón.
“No lo pensé dos veces”, asegura Robin Mach, maestra de educación especial de la primera infancia, quien por dos años dio clases a Kayleigh Kulage, y decidió darle su riñón.
La corta vida de Kayleigh ha estado llena de cirugías, diálisis y citas médicas desde que nació a las 26 semanas de gestación.
Al pasar más de 150 días en una unidad de cuidados intensivos neonatales Kayleigh Kulage fue diagnosticada con ceguera parcial, un sistema inmunológico comprometido y problemas renales que requerían 11 horas de tratamiento de diálisis todos los días, entre otros problemas de salud, relató la revista People.
Robin Mach, maestra de educación especial de la primera infancia, y quien por dos años enseñó a Kayleigh Kulage, decidió darle su riñón, al enterarse que los padres de la pequeña, Josh y Desiree Kulage, buscaban un posible donador vivo.
“Le pregunté a Desiree un día, porque sabía que Kayleigh realmente lo necesitaba, así que pensé, ‘¿Por qué no intentarlo?’”, narró Mach, de 46 años.
Tras meses de revisiones, los doctores aprobaron que la maestra fuera la donante de Kayleigh a quien describe como una niña “valiente y enérgica”.
“Me sentí tan aliviada y emocionada cuando me enteré porque el riñón de Kayleigh provenía de alguien que conocíamos”, relató la madre a People.
Ambas se sometieron a operación
Kayleigh y Mach se sometieron en febrero a un exitoso trasplante de riñón de seis horas.
Después de la cirugía, la salud de Kayleigh ha mejorado drásticamente según Kulage y los familia incluso está planeando sus primeras vacaciones.
“Donar un riñón es realmente extraordinario, salva la vida de las personas y les brinda una mejor calidad de vida”, agregó la madre de la menor.
Por su parte, la maestra no considera que su acción haya sido heroica, ya que dice que solo es parte de su trabajo como docente.
“Si un niño necesita una mochila o zapatos en la escuela, le consigo la mochila o los zapatos”, dice. “Es casi lo mismo … Kayleigh necesitaba un riñón, y lo que sea que necesite, se lo voy a dar”, finalizó.
