Cancún.- Sin que fuera notificado de un litigio o le fuera revocada su concesión, que admitió tiene por afirmativa ficta, Tomás Auñón, dueño del hotel Club Las Velas, denunció que la Fiscalía General del Estado irrumpió en la zona federal marítimo terrestre frente a su propiedad y la aseguró, colocando mallas ciclónicas, al parecer para beneficiar a un tercero.
El aseguramiento de esta franja, de 2 mil 200 metros cuadrados, ocurrió el pasado 5 de octubre, y todo indica que fue obtenida por un tercero al aprovecharse de un aparente vacío legal. Ya existe una Manifestación de Impacto Ambiental para edificar un hotel en la zona, lo que acabaría con un plantío de palmas, comentó el propietario.
En entrevista, Tomás Auñón comentó que ese día ingresaron más de 12 sujetos con pasamontañas y armas largas, para asegurar el predio, pero sin mostrar documentos.
Detrás de ellos apareció un hombre que fue presentado como un topógrafo, que comenzó a marcar puntos de acuerdo a un plano que traía, pero que crecía de sellos. Con base en ello, acordonaron la zona, la que después fue encerrada con malla ciclónica.
El Club Velas existe desde 1984 y contaba con esta concesión desde entonces. Aunque el dueño prefirió omitir ciertos detalles, al parecer generó un adeudo millonario, por lo que habría perdido esta concesión, por la que la obtuvo de nuevo en 2009, bajo otra razón social.
Sin embargo, se trata de una afirmativa ficta; es decir, solicitaron el permiso y la Semarnat no se los negó, por lo que al cumplirse un plazo, se asume que quedó otorgado.
Es un estatus legal que, aunque debiera ser igual de válido, en lo administrativo queda nebuloso, al grado que este empresario nunca recibió cobranzas por el uso de la Zofemat ni por predial, algo que debió aclarar, pero por motivos económicos dejó sin atender.
Al parecer, alguien en alguna dependencia de gobierno sí se percató de esta situación, de forma tal que en 2018, la Semarnat otorgó una segunda concesión por esta misma extensión de terreno, en favor de “Chichi Bichi”, representada por Germán Hernández Cortés (empresario de Grupo Amatista).
Tomás Auñón rechaza la legitimidad de esta concesión, que él afirma que no ha visto, pues a él jamás se le hizo un procedimiento para revocársela.
Además de no poder tener acceso a ciertas partes de su propiedad, como sus oficinas, por este aseguramiento, teme un posible ecocidio contra las palmeras que él mismo sembró hace más de 35 años, por lo que ya contrató a un despacho ambiental para dar fe de su existencia y estado.
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El Club Velas es uno de los centros de hospedaje más antiguos de Cancún.
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