Ciudad de México.- La rusa Margarita Gracheva fue víctima de violencia de género por parte de su, ahora, ex esposo.
En diciembre de 2017, después de dejar a los niños en la guardería, Dmitry Grachev la llevó a un bosque en las afueras de Moscú. Allí le hizo torniquetes en sus brazos y le cortó las dos manos con un hacha.
Después de eso, la llevó sangrado al hospital y les dio a los médicos una caja con la mano derecha de su esposa. Luego se entregó a la policía.
“Me llevó a un bosque, a un lugar aislado. Y me gritó: ‘¡Pon tus manos sobre el árbol!’”, comentó Margarita Gracheva.
“Yo lloraba, gritaba y le rogaba que no me hiciera daño. Él me dijo que no mirara y comenzó a cortarme las manos”.
Los médicos pudieron recuperar una de las manos de Gracheva en una operación que demoró 10 horas.
Mientras que personas de todo el mundo le enviaron donaciones que alcanzaron los 65 mil dólares americanos para que la mujer pudiera tener una mano biónica derecha.
También te puede interesar: Hombre va preso por maltrato a su esposa, la denuncia y un juez la condena por violencia doméstica
La Corte Europea de Derechos Humanos le acaba de dar la razón, dictaminando que el gobierno ruso le debe pagar una compensación de 400 mil dólares por la laxitud de las leyes sobre violencia doméstica del país.
El caso de Margarita puso en relieve lo poco severas que son las leyes rusas sobre violencia doméstica, luego de que en 2017 varios delitos fueran eliminados del código penal bajo el gobierno de Vladimir Putin.
En 2018 su ex marido fue declarado culpable y condenado a 14 años de prisión, además se le prohibió el acceso a sus dos hijos.
Un mes antes de que Gracheva fuese atacada con el hacha, su esposo la había amenazado con un cuchillo.
“Él tomó un cuchillo y lo puso en mi garganta. Y repetía: ‘¡Admítelo! ¿Me estás engañando o no?’”, dijo Margarita a la BBC en 2018.
“Cuando fui a la policía estaba segura que vendrían al día siguiente y harían algo. Pero no fue así. El policía me dijo: ‘Tú y él harán las paces. Esto no es importante’”.
En febrero de 2017, el Congreso ruso eliminó algunas de las leyes del código penal que castigaban el abuso doméstico.
Las primeras agresiones en las que la víctima no es hospitalizada ya no se tratan como delitos penales y se redujeron las penas.
Esta decisión motivó varias protestas de activistas en las calles de Rusia.
Un informe de la organización Human Rights Watch (HRW) advirtió que el cambio en las leyes priva a las mujeres de protección clave.
Desde el gobierno ruso desestimaron el reporte de HRW diciendo que decenas de entrevistas no representan la realidad del país.
En el caso de Margarita se calificó como un caso administrativo y no un delito. Le pegas a alguien y solo eres penado con una multa. “Èl fue multado con 10 mil rublos (unos 150 dólares americanos)”, describió.
Con información de: El Universal
¡Ya estamos en Google News! Mantente al día con las noticias más importantes de México y el Mundo, haz clic aquí
