Hidalgo.- Los damnificados por la inundación en Tula, producida por el desbordamiento de los ríos del 6 y 7 de septiembre del año pasado, quemaron los colchones que les donó el gobierno municipal, pues denunciaron que son reacondicionados y, al abrirlos, tenían capaz anteriores con restos de sangre y orina.
La compra de 743 colchones para ser donados, de acuerdo con solicitudes para acceder a la información, costó cerca de 1 millón de pesos, por lo que las familias afectadas consideraron una ofensa la entrega de estos artículos en mal estado.
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Además, piden investigar posibles actos de corrupción por parte de la administración del alcalde del PRD, Manuel Hernánez Badillo.
En las canchas de la comunidad de Denguí, una de las afectadas por la anegación que dejó 14 fallecidos, se juntaron estos colchones que tenían olores desagradables y hallaron incluso rasgaduras y manchas, incluso alambres desechos.
Con información de Proceso
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