Un grupo de trabajadores creyó sacar del lago a un ‘perrito’, pero a las pocas horas descubrieron que se trataba de un lobo de un año.
Los hechos ocurrieron en Estonia, donde un grupo de obreros notaron que un cachorro estaba en problemas dentro de un lago, y decidieron rescatarlo. Sin embargo, más tarde descubrieron que no era un perrito, sino un lobo macho.
Obreros reyeron sacar a un ‘perrito’ del lago
Este grupo de obreros que trabaja en la represa de la ciudad de Sindi, notó un movimiento extraño en el lago, durante una fría mañana de trabajo. De hecho el río Pärnu que desemboca en el golfo de Riga, una zona donde en invierno la temperatura mínima, puede ser de menos 20 grados centígrados.
Cuando se acercaron al lago helado, vieron lo que parecía un perrito en problemas, por lo que de inmediato pusieron manos a la obra.
Los obreros lograron romper el hielo que los separaba del ‘perrito’ y llegaron hasta él justo a tiempo. Aún creyendo que se trataba de un perro, lo envolvieron en una manta, para calentarlo y lo llevaron hasta el centro veterinario más cercano.
Al llegar a la clínica, el veterinario Tarvi Markson supo de inmediato de qué se trataba, y les advirtió a los obreros: “han traído un lobo euroasiático”.
El perrito resultó ser un peligroso lobo joven
Pocos minutos después llegó la patrulla de rescate animal y constataron que se trataba de un lobo.
Cuando los trabajadores se enteraron no podían creerlo, ya que el lobo se había comportado muy bien.
“Tuvimos que llevarlo por la pendiente. Pesaba bastante. Durante el viaje en auto estaba tranquilo, dormía sobre mis piernas. Cuando quise estirarlas, levantó la cabeza por un momento”, relató Rando Kartsepp, uno de los constructores.
El veterinario constató que tenía solo un año más o menos, y que su presión arterial había bajado hasta los límites mínimos, lo que explicaría su comportamiento dócil, luego del rescate en el lago.
Y es que tras revisarlo rápidamente, los veterinarios, preocupados de que el cachorro fuera menos dócil al despertar, lo metieron en una jaula tras del tratamiento.
El lobo, que parecía un perrito, finalmente logró recobrar su fuerza natural y le colocaron un chip rastreador para después devolverlo a su hábitat, con la esperanza de que no vuelva a meterse en problemas.
“Estamos muy felices por el resultado de la historia y deseamos agradecer a todos los participantes”, dijo la Agencia de animales.
Y es que el lobo no hubiera sobrevivido de su caída en el lago, si los obreros no lo hubieran confundido con un perrito.
