Con la fórmula oficial de canonización del joven mártir michoacano José Sánchez del Río, pronunciada ayer por la mañana por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, México sumó 32 santos de la Iglesia católica.
Francisco ordenó que el “niño cristero” sea inscrito en el Elenco de los Santos y autorizó que todos los cristianos lo invoquen como tal, en una misa en la cual elevó al honor de los altares a otros seis beatos, entre ellos el cura “gaucho” argentino José Gabriel Brochero.
Sánchez del Río nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo. Cuando en 1926 estalló la así llamada “Guerra Cristera”, sus hermanos se unieron a las fuerzas rebeldes al régimen, violento y anticristiano, que se había instaurado en el país. También José fue reclutado.
La Ximena Guadalupe Magallón Gálvez fue la niña quien recibió el “milagro” que permitió acceder al honor de los altares al nuevo santo mexicano. Paulina Gálvez, madre de la menor, comentó que a los doctores le informaron de la muerte cerebral de su hija de apenas unos meses de vida. Pidió la interseción de ‘Joselito’ y la niña abrió los ojos y sonrió.
