Chetumal.- La figura de los diputados suplentes debiera ser revalorada, pues están a completa merced de los titulares, que regresan a ocupar su curul cuando ellos lo decidan, sin dar aviso siquiera a quien ocupó su lugar.
Así opinó Mario Baeza Cruz, el último diputado suplente aún en funciones en la XV Legislatura, quien aclaró que no pide la modificación de la ley, sino su análisis, pues “tal vez lleguemos a la conclusión que está bien así”, aunque admitió que existe un “vacío” ya que no hay mención de qué pasa con los suplentes.
Sobre su compañero de fórmula, Fernando Zelaya Espinoza, indicó que no ha tenido ninguna comunicación con él, pero no necesita hacerlo para regresar a su curul.
“Es decisión personal suya y le toca analizar su situación política”, indicó.
Sobre los tres meses que ha estado de diputado, opinó que ha sido una experiencia enriquecedora, pues ha trabajado de asesor de muchos políticos, pero es primera vez que le ha tocado estar en los zapatos de quienes están en la función pública.
Cuestionado sobre su salario, indicó que es cercano a los 50 mil pesos mensuales, lo que es una fuerte suma, pero no para “hacerse millonario” o para acostumbrarse a lujos, para quien ha vivido siempre de manera austera.
Más que los ingresos, dice que extrañará el poder ayudar gente con una sencilla orden, o con una llamada telefónica identificándose como diputado, pero por ello analizará continuar haciéndolo a futuro.
“Sabemos que es una suplencia; quisiera hacer muchas cosas, pero ni la vida alcanza”, declaró. “Créanme que le metí todos los kilos y lo seguiré haciendo cono todos los que tengo demás, hasta el último minuto”.
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Sobre si buscará una diputación local el año próximo, citó al panista Carlos Castillo Peraza: “No quiero que me toque; pero si me toca, quiero.”