El fenómeno de las casas pequeñas, conocidas como “Tiny Houses”, ha tomado al mundo por sorpresa. Originado en Estados Unidos, este movimiento abarca viviendas que no superan los 37 metros cuadrados. En otras regiones, cualquier casa con menos de 50 metros cuadrados se considera pequeña.
En el corazón de la pintoresca Mérida, las redes sociales hicieron viral una de estas joyas arquitectónicas. Con un frente de 4.50 metros, esta casa fue originalmente remodelada para convertirse en un alojamiento de alquiler. Lo que más llama la atención de ella son sus acabados impecables, su fachada lisa y la madera de cedro, resistente a la humedad del lugar.
El interior de la casa está dividido en dos partes por una pequeña alberca. La primera parte alberga el comedor, la cocina y la sala de estar, destacando un hermoso muro de piedra clara, típico de Yucatán. A continuación, encontramos una piscina de 2 por 2.40 metros, rodeada de vegetación y un espacio para tomar el sol.
La segunda parte de la casa es una especie de bóveda que alberga el dormitorio y el baño. A pesar del espacio limitado, el diseño ofrece una sensación de amplitud y frescura. Detrás del dormitorio, separado por un muro, se encuentra el baño, donde la tina se transforma en un elegante lavabo de concreto pulido.
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Finalmente, desde la ventana del baño, se puede disfrutar de un pequeño jardín y un muro que marca el final de la casa, proporcionando una sensación de estar en plena selva durante el baño. Esta casa es un claro ejemplo de cómo el movimiento de las casas pequeñas ha logrado combinar funcionalidad y estética en espacios reducidos.
Con información de Digital Mex