El obispo Salvador Rangel habría entrado a un motel por voluntad propia y en compañía de otro hombre. De acuerdo a los indicios hallados en el lugar y a las imágenes de las cámaras de seguridad no hubo un secuestro exprés, tal como llegó a insinuar el fiscal de Morelos.
Así lo dio a conocer José Antonio Ortiz, comisionado de Seguridad de Morelos, quien dijo en entrevista que de acuerdo con la evidencia que ellos mismos compartieron a la Fiscalía, no hay indicio alguno de que ocurriera un secuestro exprés.
“Nos han pedido imágenes en dos oficios que nos enviaron, ya se atendieron, y la investigación la lleva la Fiscalía. (El obispo) nunca tuvo seguridad y cuando nos enteramos de la desaparición nos abocamos a preguntar y fue la Fiscalía la que lo encontró”, apuntó el comisionado de Seguridad.
Añadió que no entiende por qué se habló de un secuestro exprés cuando de acuerdo a la evidencia todo apunta a que el obispo de 78 años ingresó al motel por su propio pie.
“Pensamos que no, el fiscal tendrá que demostrar por qué dijo que es un secuestro exprés. Po algunas evidencias que hay, ya se las dimos a la Fiscalía. Hasta donde sabemos entró voluntariamente al hotel con una persona del mismo sexo y después se retiró, pero es todo lo que sabemos porque no se nos permitió (ingresar)”, detalló Ortiz Guarneros.
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Cabe resaltar que además de lo dicho por el comisionado de Seguridad de Morelos, los estudios toxicológicos determinaron que había rastros de cocaína y benzodiazepina en el obispo Salvador Rangel. Asimismo, se filtró que al momento de ser hallado se le encontraron dos pastillas de Viagra.
Así que a falta de la declaración oficial del propio implicado, según la evidencia y lo dicho por funcionarios, no hubo secuestro exprés y el obispo entró a un motel con otro hombre de manera voluntaria y presuntamente para sostener relaciones.
Con información de Central Municipal Morelos y Radio Fórmula.