Una artista que participó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París, DJ Barbara Butch, ha presentado una demanda por las amenazas que ha recibido por internet, “de violencia inaudita”, anunció este lunes su abogada.
“Amenazada de muerte, de tortura y de violación, también ha recibido numerosos insultos de carácter antisemita, homófobo, sexista y gordófobo”, señaló su abogada, Audrey Msellati, en un comunicado.
Butch ha presentado este lunes una demanda por estos hechos, “hayan sido cometidos por franceses o extranjeros, y tiene intención de actuar contra cualquier persona que en el futuro trate de intimidarla”, añadió la letrada.
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DJ Barbara Butch era una de las artistas de un cuadro artístico que fue criticado duramente por la extrema derecha política, y también de forma más moderada por la Conferencia Episcopal Francesa, como una supuesta burla a la última cena de Jesucristo.
Sin embargo, el director artístico del espectáculo, Thomas Jolly, ha insistido en que la controvertida escena no se inspiraba en ese episodio bíblico, sino que era “una gran fiesta pagana” con los dioses del Olimpo en la que aparecía el dios del vino, Dionisios, interpretado por el cantante Philippe Katerine con el cuerpo pintado de azul.
Organizadores de París 2024 se disculpan por la escena de ‘La Última Cena’
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París se disculparon el domingo con cualquiera que se haya sentido ofendido por una escena que evocó “La Última Cena”, de Leonardo da Vinci, durante la glamorosa ceremonia de inauguración.
La escena durante la ceremonia del viernes presentó a la DJ y productora Barbara Butch, un ícono LGBTQ+, flanqueada por artistas drag y bailarines.
Los conservadores religiosos de todo el mundo condenaron el segmento, y la conferencia de obispos de la Iglesia católica francesa deploró las “escenas de burla” para el cristianismo, un sentimiento del que hizo eco la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
La Comunión Anglicana en Egipto expresó su “profundo pesar” y dijo que la ceremonia podría hacer que el COI “pierda su identidad deportiva distintiva y su mensaje humanitario”.