La joven nadadora de la delegación eslovaca Tamara Potocka, ha dado el primer gran susto en lo que llevamos de Juegos Olímpicos en París.
Tras su prueba de 200 estilos, en la que quedó séptima clasificada, la deportista se ha desplomado y ha hecho saltar todas las alarmas de los allí presentes. Inmediatamente, los servicios médicos se han incorporado para ayudar a la nadadora olímpica que ha salido escoltada entre sanitarios y en camilla.
El día comenzaba sin incidencias, las pruebas se desarrollaban con plena normalidad y los atletas competían sin problemas en la piscina de La Defense. Sin embargo esa normalidad iba a verse afectada en el momento posterior a una ronda clasificatoria.
Tras acabar la serie, la eslovaca ha perdido la consciencia y se ha desplomado a pleno borde de la piscina que, previamente, la había visto competir en los 200 estilos.
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“Tamara tiene asma. Toda esta combinación de tensión nerviosa y física mientras ella no tenía su inhalador inmediatamente disponible para usarlo contribuyó a la creación de este problema”, dijo la jefa del equipo eslovaco, Ivana Lange, en un comunicado que pretendía calmar un poco la cosa.
Así, parece ser claro que todo fue causa de un ataque de asma tras la finalización de la prueba. Debido a ese ataque, la deportista tuvo que ser atendida por los miembros sanitarios, quienes tuvieron que aplicar respiración boca a boca, una mascarilla de oxígeno y sacarla en camilla ante la incapacidad de recuperar la completa integridad física.
