CANCÚN, 29 de agosto de 2024.- Según el Atlas de Riesgo de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública, el fraccionamiento Villas Otoch es el barrio más peligroso no sólo del municipio de Benito Juárez, donde está el balneario de Cancún, sino de toda la península.
Concebido hace casi dos décadas (en 2007), en su momento fue de lo más atractivo al ser de interés social, donde los obreros de la construcción y el turismo encontraron una casa accesible a sus posibilidades económicas, aunque fuera en los confines de la ciudad.
Las cruentas disputas entre los cárteles Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa, Golfo, Rojos y Zetas Vieja Escuela se agudizaron por hacerse del dominio del narcomenudeo, la extorsión, la trata, el trasiego de drogas y el tráfico de migrantes en Quintana Roo.
Es un proyecto inmobiliario destinado al hacinamiento: Villas Otoch fue diseñado con 17 mil viviendas, en etapas, y van 15 mil habitadas por casi 40 mil personas; sin embargo, la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia de Quintana Roo ubicó mil casas abandonadas.
Según Verónica Meza Chávez, colaboradora de la Mesa Ciudadana de Seguridad, la comunidad de Villas Otoch enfrenta un serio problema de deterioro social porque su población es equivalente a meter la de Puerto Morelos en un fraccionamiento de miniviviendas.
Dentro de la extensa zona residencial, el abandono de mil viviendas es un factor que contribuye a la inseguridad y al deterioro general de la comunidad porque “se crean focos de inseguridad y contribuye al aumento de la problemática social”.
Confinado a la periferia de Cancún, la violencia tiene una respuesta multifactorial: hacinamiento, alta migración, crimen organizado, infancia en abandono, trabajos precarios y jornadas extenuantes en la industria del turismo y la construcción, pobreza y marginación.
En ese sentido, el programa “Haciendo Barrio”, que Verónica Meza integra, lucha contra esos problemas ofreciendo soluciones para mitigar el impacto negativo: busca fortalecer el tejido social y fomentar la participación comunitaria en iniciativas de prevención y mejora.
“Uno de los principales desafíos es la desconfianza de los vecinos en las autoridades por promesas incumplidas y engaños de funcionarios de diversas instancias gubernamentales, que generan una barrera para la implementación de soluciones”, sostiene Meza Chávez.
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“Haciendo Barrio” pretende reconstruir esa confianza al ofrecer un enfoque colaborativo para mejorar las condiciones de vida en Villas Otoch, donde ya han rescatado seis espacios, que volvieron a ser públicos, y se espera que sean más al término del año.

