Un entrañable video en Instagram ha revelado la “técnica infalible” de un abuelito para disfrutar de postre gratis cada vez que visita un restaurante.
El video, publicado por su nieto, muestra la divertida estrategia del anciano: siempre dice que es su cumpleaños, aunque no lo sea. Gracias a esta táctica, los empleados del restaurante le obsequian una rebanada de pastel o un postre especial sin cuestionar su palabra.
En el video, el nieto comenta entre risas: “Mi abuelo siempre finge ser su cumpleaños para que le den postre gratis, (nunca le piden la cédula)”. De esta manera, el adulto mayor logra su cometido, disfrutando del dulce extra en cada restaurante que visita.
La publicación ha acumulado más de 25 mil reacciones, y los comentarios no se hicieron esperar. Entre las respuestas de los usuarios, algunos escribieron: “El abuelo rompiendo las reglas del sistema”; “Ya lo exhibiste”; y “No lo quemes, ¡déjalo seguir disfrutando!”.
Sin duda, el carisma del abuelo ha conquistado a muchos en redes sociales, y su astuta táctica ha dado mucho de qué hablar entre quienes buscan trucos para obtener beneficios en sus salidas.
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La ética de la estrategia del abuelito para conseguir postre gratis puede ser vista desde diferentes perspectivas:
Fingir que es su cumpleaños cuando no lo es puede considerarse deshonesto. La honestidad es un valor importante en muchas culturas y situaciones, y engañar a los empleados del restaurante podría ser visto como una falta de integridad.
Aunque un postre gratis puede parecer insignificante, si muchas personas adoptaran esta táctica, podría tener un impacto negativo en los restaurantes, especialmente en los pequeños negocios que operan con márgenes de ganancia reducidos.
La intención detrás de la acción también es relevante. En este caso, parece ser una broma inofensiva que trae alegría al abuelito y a su nieto, y no parece haber malicia o intención de causar daño. Sin embargo, la repetición de esta práctica podría ser problemática si se convierte en un hábito extendido.
La popularidad del video y los comentarios positivos sugieren que muchas personas encuentran la situación divertida y entrañable. Sin embargo, esto no necesariamente justifica la acción desde una perspectiva ética.
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En resumen, aunque la táctica del abuelito puede parecer inofensiva y divertida, desde una perspectiva ética, es importante considerar la honestidad y el impacto en los demás.
Con información de El Imparcial