La empresa Tren Maya, dirigida por militares, clasifica a especiales como jaguares, venados y tapires como fauna “nociva” y riesgosa para las operaciones ferroviarias, por lo que echó mano de una empresa que, bajo contrato, las captura, ahuyenta o hasta sacrifica.
Pese a ser especies endémicas en peligro de extinción, la empresa y la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) las clasificaron como “fauna nociva” para el “capricho” de Andrés Manuel López Obrador.
En ese sentido, contrataron el servicio de “manejo de fauna nociva” de la empresa Susoma Soluciones Ambientales S de RL de CV, que incluye ahuyentar, capturar, remover e incluso sacrificar fauna en las cercanías de las instalaciones del ferrocarril.
En el contrato se especifica que a las actividades de contención se puede sumar el sacrificio bajo la NOM-033-SAG/ ZOO-2014, que establece los métodos para dar muerte a los animales garantizando (…) disminuir al máximo el dolor, sufrimiento, ansiedad y estrés.
El contrato TM-CGRMSG-SVS- 0200/204, de siete partidas, una por tramo, describe que el personal de Susoma tiene derecho al “control de fauna” con ahuyentamiento con pirotecnia, instalación de redes y trampas, y uso de dardos tranquilizantes para ejemplares grandes.
Tren Maya pagó nueve millones 106 mil 290 a Susoma, cuyo contrato es del 3 de septiembre al 31 de diciembre próximo. El costo por cada uno de los siete tramos del megaproyecto de la autollamada Cuarta Transformación es de un millón 121 mil 464 pesos.
Sin especificar, el documento estipula que invertebrados terrestres, anfibios, reptiles, aves y mamíferos grandes como el jaguar, el tapir y el venado son considerados “peligrosos” para la operatividad en estaciones, vías y áreas cercanas.
Esas especies, por más pequeñas que sean, también deben ser contenidas para “controlar el riesgo que conlleva la operación del Tren Maya por siniestros relacionados a la colisión con fauna denominada nociva para las actividades ferroviarias”.
El contrato, que muestra desprecio por la especie animal, contempla un programa de manejo de hábitat para la reducción de atractivos para la fauna como podas de flora, reubicación de especies arbóreas, crear barreras naturales y construir bebedores lejos del Tren Maya.
“El servicio (…) consistirá en acciones preventivas y correctivas para controlar los daños que pudieran resultar de la interacción del Tren Maya con la fauna en su área de influencia y (que) pueda poner en riesgo a los ocupantes del tren, la fauna y la infraestructura”.
Sobre las acciones de ahuyentamiento, todas las especies deben ser tratadas con dignidad, aunque incluyen el alejamiento de su hábitat natural por medio de sonidos, feromonas y animales entrenados como perros y aves, así como pirotecnia.
Se permite el trampeo sistémico para su captura y reubicación, la colocación de trampas Tomahawk de distintas tallas; la instalación de redes de caída y transversales; también redes de niebla y dardos tranquilizantes para ejemplares grandes y de conductas agresivas.
Además, la empresa Tren Maya debe hacer listados taxonómicos con identificación de fauna atropellada e índice de atropellamiento; reportes de captura y reubicación de mamíferos y aves, integrando ubicación de captura y reubicación, y la implementación de un proyecto de cría y reintroducción de especies. (Con información de El Universal).