El Consejo de Seguridad Nacional, presidido por Claudia Sheinbaum Pardo, sería la instancia deliberativa y el primer frente de resistencia que tendría que activarse para actuar ante Donald Trump, que un día sí y otro también, amenaza a México con la posibilidad de una nueva invasión armada a nuestro territorio.
Poca conocida, la Ley de Seguridad Nacional establece los protocolos que tendrían que seguirse frente a una amenaza a la Nación y define que quien tendría que suplir a la Presidenta de la República al frente del Consejo de Seguridad Nacional sería la secretaria ejecutiva del organismo, la titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
Frente a las amenazas intervencionistas de Estados Unidos, la presidenta de México Claudia Sheibaum ha reiterado que el gobierno de nuestro país está dispuesto a establecer una amplia y profesional coordinación y colaboración con instituciones del vecino país del norte, en el combate a la producción y el tráfico de drogas, así como en la contención de los flujos migratorios, pero que jamás aceptara una actitud de subordinación que comprometa la dignidad, la independencia y la soberanía de la nación.
La Ley de Seguridad Nacional plantea que corresponde a la presidenta determinar las políticas en la materia, encauzadas a la protección de la nación mexicana frente a las amenazas y riesgos que enfrente nuestro país; la preservación de la soberanía e independencia nacionales y la defensa del territorio, así como la defensa legítima del Estado Mexicano respecto de otros Estados o sujetos de derecho internacional.
Los actos encaminados a consumar espionaje, sabotaje, terrorismo, rebelión, traición a la patria, genocidio, en contra de México, dentro del territorio nacional constituyen una amenaza a la seguridad nacional. Lo mismo que los actos de interferencia extranjera en los asuntos nacionales.
La pregunta clave es ¿en manos de qué personas e instituciones estaría el país en caso de que se presentara una situación que pusiera en riesgo la seguridad nacional?
Primero está la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez es la secretaria ejecutiva del organismo. Y por supuesto, forman parte de Consejo de Seguridad Nacional el secretario de la Defensa Nacional, el general Ricardo Trevilla Trejo; el secretario de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Además, también se suman al Consejo de Seguridad Nacional el secretario de Hacienda y Crédito Público, la secretaria de la Función Pública, el secretario de Relaciones Exteriores, el secretario de Comunicaciones y Transportes, el fiscal general de la república, y el director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
La participación en el Consejo de Seguridad Nacional de México es personalísima y ninguno de sus titulares puede designar suplente.
Pero no hay que perder de vista el papel relevante que la presidenta le atribuyó a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que encabeza Omar García Harfuch, ya que establece que la instancia formulará, coordinará y dirigirá la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, así como los programas, las políticas y acciones respectivos.
Una de las razones por las cuales Estados Unidos estaría molesto con México es porque la ley exige a agentes y gobiernos extranjeros a informar de sus movimientos dentro del territorio nacional, lo que antes no pasaba pues actuaban libremente y con impunidad.
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“Los agentes extranjeros no tendrán ninguna inmunidad en caso de incurrir en la comisión de delitos o infracciones o por infringir las disposiciones normativas que prohíben a los extranjeros el ejercicio de funciones reservadas a las autoridades mexicanas”, indica la ley. Podrían ser llevados a juicio ellos y/o sus gobiernos.
De todos modos cabe resaltar que la situación de una posible invasión es hipotética y por ahora se antoja poco probable, pero es un argumento que empiezan a usar tanto Donald Trump como Elon Musk.
Con información de Sin Embargo.