Davien Reid, un hombre de 43 años residente de Queens, fue arrestado y enfrenta cargos de intento de asesinato tras presuntamente someter a su hijastro de 8 años a un violento ataque que casi le cuesta la vida. Según la oficina del fiscal de distrito de Queens, el incidente ocurrió en abril de 2024 en la residencia familiar ubicada en Richmond Hill, dejando al menor con fracturas en el cuello y la espalda, además de múltiples lesiones internas.
De acuerdo con los fiscales, el ataque comenzó cuando Reid acusó al niño de haberse comido unos brownies sin permiso. En un acto de furia descontrolada, golpeó al menor hasta dejarlo inconsciente, lo arrojó al suelo y lo pisoteó repetidamente. En un acto de crueldad extrema, obligó al niño a lamer el vómito que había expulsado debido a la agresión.
La madre del menor, Dayanara Vargas, de 31 años, llamó al 911 alegando que su hijo había resultado herido en una pelea con su hermanastro. Sin embargo, al llegar al lugar, la policía encontró al niño en el baño con heridas graves: su cabeza estaba magullada y deformada, un ojo hinchado y cerrado, y hematomas en la espalda y los brazos.
El menor fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos identificaron lesiones potencialmente mortales en el estómago, así como daños severos en la cabeza y la columna vertebral. Pasó tres semanas hospitalizado, parte de ese tiempo alimentado por sondas, y usó un collarín cervical durante cinco meses debido a las fracturas en el cuello.
Las autoridades también revelaron que este no fue el primer caso de abuso contra el niño. Menos de un año antes, Vargas golpeó al menor en la cabeza con una escoba, causándole una herida que requirió grapas médicas. En esa ocasión, mintió sobre la causa de la lesión al llevarlo a un centro de urgencias.
Reid enfrenta múltiples cargos, incluidos intento de asesinato, agresión en primer y segundo grado, y poner en peligro el bienestar de un menor. Se le negó la fianza y podría enfrentar hasta 25 años de prisión si es hallado culpable. Vargas, por su parte, enfrenta cargos de agresión y obstrucción, con una fianza fijada en 250 mil dólares y una posible condena de hasta siete años.
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La fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz, calificó los hechos como un acto de crueldad indescriptible y aseguró que las víctimas ahora están a salvo. La próxima audiencia está programada para el 11 de abril, mientras las autoridades continúan investigando el caso.
Con información de El Heraldo de México
