El luchador irlandés de artes marciales mixtas, Conor McGregor, desató polémica durante su visita a la Casa Blanca en el marco de las celebraciones del Día de San Patricio. En un encuentro con el presidente Donald Trump, McGregor aprovechó para expresar su preocupación por lo que calificó como el “negocio de la inmigración ilegal” que, según él, está afectando gravemente a Irlanda.
Antes de la reunión oficial, McGregor respondió preguntas de los periodistas en la sala de prensa del Ala Oeste, acompañado por la secretaria de prensa Karoline Leavitt. Desde el podio, el luchador afirmó que su objetivo era plantear los problemas que enfrenta el pueblo irlandés, asegurando que su mensaje sería “música para los oídos” de sus compatriotas.
McGregor criticó duramente al gobierno irlandés, acusándolo de inacción y falta de responsabilidad. “Nuestro gobierno es un gobierno de cero acciones y cero responsabilidades. Nuestro dinero se está gastando en asuntos extranjeros que no tienen nada que ver con el pueblo irlandés”, declaró. También señaló que la inmigración ilegal ha transformado drásticamente a comunidades rurales, convirtiendo a los irlandeses en minoría en sus propios pueblos.
“Estoy aquí para plantear los problemas que enfrenta el pueblo de Irlanda. Será música para los oídos del pueblo irlandés”, dijo desde un podio en la Casa Blanca.
“Nunca en el escenario principal se han hablado de los problemas que enfrenta el pueblo de Irlanda”, expresó.
El primer ministro de Irlanda, Michael Martin, respondió a las declaraciones de McGregor, calificándolas como “incorrectas” y asegurando que no reflejan las opiniones del pueblo irlandés. Las palabras del luchador han generado un intenso debate tanto en Irlanda como en Estados Unidos, especialmente entre la comunidad irlandesa-estadounidense.
La visita de McGregor a la Casa Blanca no estuvo exenta de controversia adicional, ya que ocurre meses después de que fuera declarado civilmente responsable en un caso de daños y perjuicios en el Tribunal Superior de Dublín. El caso fue presentado por Nikita Hand, también conocida como Nikita Ni Laimhin, quien acusó al luchador de violación en un hotel de Dublín en 2018. Hand ganó la demanda, lo que ha añadido un contexto complicado a la aparición pública de McGregor.
🚨BREAKING: Conor McGregor erupts on the White House podium:
“Illegal migration is out of control. Some towns have been completely overrun, where the Irish are becoming a minority. There will be no homeland!” pic.twitter.com/hWqfodi7B9
— Inevitable West (@Inevitablewest) March 17, 2025
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El luchador, conocido por su estilo directo y provocador, ha vuelto a estar en el centro de la atención mediática, generando tanto críticas como apoyo por sus declaraciones. Su intervención en la Casa Blanca ha reavivado el debate sobre la inmigración y el papel de figuras públicas en temas políticos sensibles.
Con información de The Standard