Durante este mes de abril, los neoyorquinos se sorprendieron al ver a un pavo salvaje recorriendo las calles de Manhattan. El ave, apodado “Astoria” por los observadores de aves, fue vista caminando y posándose en árboles a lo largo de la Quinta Avenida y la calle 49, así como en Madison Avenue.
Astoria había vivido aproximadamente un año en la isla Roosevelt, un área verde ubicada entre Manhattan y Queens en el East River. Su repentina aparición en Midtown Manhattan generó preocupación entre los expertos en vida silvestre, quienes temían por su seguridad en un entorno urbano tan concurrido.
Astoria, el ave que tiene a Nueva York de cabeza, solo busca pareja
David Barrett, administrador de la cuenta Manhattan Bird Alert en X (anteriormente Twitter) y que se alegra de ver al pavo aunque también dijo que “no debería estar aquí, es un lugar peligroso para ella”, sugirió que Astoria podría estar buscando pareja, ya que esta es la temporada de apareamiento para los pavos salvajes. Sin embargo, las posibilidades de que encuentre un compañero en la ciudad son escasas, ya que probablemente sea la única pava salvaje en toda Nueva York.
Los pavos salvajes suelen habitar bosques, praderas y pantanos, donde se alimentan de frutos secos, semillas, frutas e insectos. En entornos urbanos, pueden adaptarse buscando alimento en parques o incluso recibiendo ayuda de personas. En el caso de Astoria, se reportó que fue alimentada con moras y arándanos por un restaurante cercano.
Autoridades intentan atrapar a pavo salvaje que anda por Manhattan
Las autoridades y organizaciones de cuidado animal consideraron capturar a Astoria para trasladarla a un lugar más seguro. Sin embargo, expertos como Barrett advirtieron que atraparla podría ser peligroso y causar lesiones al ave. Se recomendó al público mantener distancia y no intentar acercarse a ella.
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La historia de Astoria recordó a muchos la del búho Flaco, que escapó del zoológico del Parque Central en 2023 y vivió en libertad durante un año antes de fallecer tras chocar contra un edificio en 2024. Ambos casos destacaron la fascinación y preocupación de los neoyorquinos por la vida silvestre en entornos urbanos.
Hasta la última información disponible, Astoria continuaba en libertad, y los expertos esperaban que regresara por sí misma a un entorno más adecuado para su especie, como la isla Roosevelt, lugar en el que estaba antes y al que Barret le llevaba comida todos los días sin falta.
Con información de Infobae y López-Dóriga