La defensa del exmagnate de Hollywood, Harvey Weinstein, desató una controversia este miércoles al iniciar los alegatos iniciales en su nuevo juicio penal por múltiples cargos de abuso sexual y violación, describiendo a las mujeres que lo acusan como “amigas con derechos”.
El abogado principal de Weinstein, Arthur Aidala, en una declaración que resonó en la sala del tribunal y en los medios, afirmó que las relaciones sexuales entre su cliente y las tres demandantes fueron consensuadas. “Eran amigas con derecho (…) Un casting realizado en un sofá no es la escena de un delito”, argumentó Aidala, sugiriendo que las acusaciones, que se remontan a hechos ocurridos entre 2006 y 2013, carecen de fundamento criminal.
Este nuevo juicio se produce después de que la condena de 2020 de Weinstein a 23 años de prisión por cargos similares fuera anulada el año pasado por el Tribunal de Apelaciones de Nueva York debido a errores procesales. Ahora, el exproductor enfrenta nuevamente la justicia por las denuncias de Jessica Mann, una exasistente de producción, la aspirante a actriz Miriam Haley, y Kaja Sokola, quien alega haber sido agredida sexualmente en 2006 cuando era menor de edad.
Aidala, conocido por su estilo audaz y sus apariciones en los medios, no dudó en reconocer lo que calificó como la única “inmoralidad” de su cliente: engañar a su esposa. Sin embargo, pintó a las acusadoras como mujeres que “coqueteaban” con Weinstein, conscientes de su poder en la industria cinematográfica. “Sabían que él tenía la llave de las puertas por las que ellas querían pasar”, aseveró el abogado.
Con una retórica enérgica y gesticulando con vehemencia, Aidala se dirigió al jurado, anticipando el colapso del caso de la Fiscalía tras la presentación de las pruebas. “Amigos, después de escuchar todas las pruebas, su caso se va a desmoronar (…) Están tratando de dar sentido a algo que simplemente no lo tiene”, sentenció.
En este nuevo proceso judicial, el jurado tendrá la tarea de evaluar los testimonios de las tres mujeres que acusan a Weinstein, incluyendo a las dos denunciantes del juicio original y a Kaja Sokola, cuya inclusión añade una nueva dimensión al caso.
El juicio se espera que sea un acontecimiento mediático de gran magnitud, reabriendo el debate sobre el poder, el consentimiento y la rendición de cuentas en la industria del entretenimiento. La defensa ha marcado su estrategia desde el inicio, buscando desacreditar las acusaciones al presentarlas como relaciones consentidas dentro de un contexto de ambición profesional.
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La Fiscalía, por su parte, buscará convencer al jurado de la gravedad de los delitos y la validez de los testimonios de las víctimas. El desarrollo de este juicio será crucial para determinar el futuro legal de Harvey Weinstein y su impacto en el movimiento #MeToo.
Con información de Listin Diario