Un descubrimiento estremecedor sacudió al vecindario de Wakefield, en el Bronx, Nueva York. Allí, las autoridades encontraron a una niña de apenas 4 años que había pasado varios días encerrada en su apartamento junto a los cuerpos sin vida de su madre, Lisa Cotton, de 38 años, y su hermano de 9.
La policía acudió al lugar para realizar un chequeo de bienestar y no pudo ocultar su consternación ante la escena. Según las primeras hipótesis, se presume que la madre habría fallecido antes que el niño, aunque las causas aún no están claras. El pequeño, que tenía necesidades especiales y dependía de un tubo para alimentarse, habría muerto por desnutrición tras la muerte de su madre.
Sobrevivencia en condiciones extremas
La niña, cuya identidad se mantiene reservada, sobrevivió en una situación límite. Durante dos semanas permaneció sola con los cuerpos de su madre y hermano, enfrentando el silencio, el miedo y la soledad. En medio de ese escenario desgarrador, logró mantenerse con vida gracias a que encontró tabletas de chocolate en el apartamento.
Fue su abuelo quien, visiblemente afectado, relató que la pequeña había estado comiendo solo eso durante los días que pasó sola. A pesar de la gravedad de la situación, los médicos confirmaron que estaba en buen estado físico, lo que muchos consideran un verdadero milagro. Ahora, bajo la custodia del abuelo, la niña enfrenta un proceso de recuperación emocional que llevará tiempo, cuidados y mucho amor.
Investigación en curso sobre el caso de la niña
Las autoridades siguen trabajando para entender qué fue lo que ocurrió exactamente. La investigación continúa abierta y por ahora no se descarta ninguna hipótesis. La falta de respuestas concretas deja una sensación de incertidumbre tanto en la familia como en los vecinos del Bronx, que aún intentan asimilar esta tragedia.
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Este caso, que ha generado una ola de conmoción, expone fallas del sistema de protección social. Muchos se preguntan cómo nadie notó antes que algo estaba mal. Los servicios sociales acudieron al apartamento solo después de varios días sin noticias de la familia. Una intervención más temprana podría haber cambiado el rumbo de esta historia.
Mientras tanto, la comunidad se ha unido en el dolor y ha comenzado a organizar muestras de apoyo para la niña y su abuelo. El caso ha tocado fibras profundas, recordando la importancia de estar atentos, de actuar cuando hay señales de alerta, y de fortalecer las redes de contención para evitar que tragedias como esta se repitan.
Con información de Primer Impacto.
