De manera sorpresiva, Elon Musk, dueño de X (antes Twitter) y Tesla anunció su renuncia como asesor principal del presidente Donald Trump, poniendo fin a su labor dentro del gobierno federal. Cabe recordar que su función en esta nueva administración era disminuir la burocracia y optimizar el gasto público.
La decisión fue comunicada por el propio Musk a través de su red social X, donde explicó que su salida marca el fin de su mandato como Empleado Especial del Gobierno. En su mensaje, agradeció a Trump por la oportunidad y aseguró que el proyecto de eficiencia gubernamental conocido como DOGE continuará fortaleciéndose con el tiempo.
Asimismo, funcionarios de la Casa Blanca confirmaron la salida del magnate, aunque solicitaron mantener el anonimato para hablar sobre el tema. La renuncia se da en un momento políticamente delicado, justo cuando se debate una nueva iniciativa legislativa impulsada por el presidente.
Hace unos días, Musk había expresado públicamente su descontento con dicha propuesta, que mezcla recortes fiscales con una política más estricta en materia migratoria. En una entrevista reciente con CBS, calificó la iniciativa como un “paquete de gasto excesivo” que contradice los esfuerzos de austeridad promovidos desde el DOGE.
“La idea de que un proyecto de ley puede ser grande y hermoso es discutible. Para mí, es uno o lo otro, no ambas”, señaló Musk durante la entrevista, difundida la noche anterior a su renuncia.
Desde el Despacho Oval, Trump defendió su plan legislativo y reconoció que aún podrían hacerse ajustes.
“No estoy contento con ciertos aspectos, pero estoy entusiasmado con otros”, comentó ante los reporteros.
La propuesta ya fue aprobada en la Cámara de Representantes, pero su discusión en el Senado ha provocado divisiones dentro del propio partido republicano. Algunos legisladores, como el senador Ron Johnson, se alinearon con Elon Musk y mostraron reservas sobre el impacto fiscal del proyecto.
Durante una aparición en el Club de Prensa de Milwaukee, Johnson advirtió que no cederá ante presiones para votar a favor y pidió mayor compromiso del gobierno con el control del gasto. “Elon tiene razón en estar frustrado”, declaró.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, intentó contener las tensiones afirmando que los cambios podrían poner en riesgo el “delicado equilibrio” alcanzado en la versión actual del proyecto. No obstante, agradeció a Musk su trabajo y se comprometió a seguir promoviendo reformas que reduzcan el gasto público.
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Mientras tanto, la Oficina de Administración y Presupuesto trabaja en nuevas propuestas de recorte, que incluirían eliminar fondos destinados a medios públicos como NPR y PBS, además de ajustar la ayuda exterior. Estas medidas buscan consolidar los avances del DOGE tras la salida de impulsor principal.
Por su parte, Elon Musk señaló que volverá a enfocarse en sus empresas Tesla y SpaceX, y que limitará su participación en la política. “He hecho mi parte. Pero mejorar el funcionamiento del gobierno es más complicado de lo que imaginé”, afirmó en una entrevista posterior con The Washington Post.
Con información de Milenio.
