Una de las disputas más prolongadas entre una empresa mexicana y una trasnacional llegó a su fin. Tras 14 años de litigio, el Tribunal Colegiado del Primer Circuito resolvió de forma unánime que Apple Inc. violó la Ley de Propiedad Industrial, al usar de manera indebida la denominación iPhone, propiedad de la mexicana iFONE, dirigida por Antonio Treviño.
Desde 2009, la firma estadounidense vulneró los derechos de iFONE, que había registrado su marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) desde 2003, cuando lo encabezaba Jorge Amigo.
Pese a los intentos de Apple, la compañía nunca logró registrar iPhone en la Clase Internacional 38, correspondiente a servicios de telecomunicaciones, debido a la existencia previa de la marca mexicana.
El pasado 23 de octubre, el fallo del tribunal confirmó lo que la empresa tapatía defendió durante más de una década: que su marca fue utilizada sin autorización.
A lo largo de estos años, el caso ha pasado por siete titulares del IMPI, y la empresa de Treviño ha mantenido el registro de manera ininterrumpida, conservando todos los derechos legales.
Pero el golpe judicial no solo afecta a la firma de la manzanita: también alcanza a sus socios comerciales en México, como Telcel, AT&T y Telefónica-Movistar, señalados por usar ilegítimamente la marca iPhone en la venta de sus planes móviles.
Estas empresas, junto con Apple, enfrentan ahora la obligación de ajustar su estrategia comercial ante el veredicto, que se perfila como un parteaguas en el mercado de las telecomunicaciones mexicanas.
Este episodio judicial se considera un precedente importante en el ámbito empresarial, pues refleja el actuar del nuevo Poder Judicial Federal, que busca aplicar la ley con imparcialidad y firmeza, sin importar el tamaño o influencia de los involucrados.
La resolución también envía un mensaje claro a las empresas extranjeras que operan en México: el respeto a la propiedad industrial es un principio innegociable. Para iFONE, la victoria representa no solo un triunfo legal, sino también un reconocimiento a la innovación nacional y a la perseverancia frente a gigantes globales.
Ahora, la atención se centra en la respuesta de Apple: si acatará la sentencia o recurrirá a nuevos recursos legales para seguir utilizando el nombre que la ha acompañado durante casi dos décadas.
Más allá de este caso emblemático, el entorno empresarial mexicano vive tensiones internas.
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La Asociación de Bancos de México (ABM) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) intentan frenar las aspiraciones de Julio Carranza, de BanCoppel, hacia la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), mientras figuras del sector aseguran que la decisión podría tener implicaciones políticas.
Entre disputas legales, pugnas gremiales y tensiones económicas, México muestra un panorama empresarial en plena redefinición, donde la defensa de la propiedad industrial, la imparcialidad judicial y el liderazgo económico se vuelven temas centrales.
Fuente: El Heraldo de México
