La investigación abierta por la Guardia Civil de España por la presunta venta de obras de arte pertenecientes al monasterio Santa María de Bretonera de Belorado, dejó la detención de dos monjas.
En el monasterio Santa María de Bretonera de Belorado se ha localizado un “significativo número de obras de arte” pertenecientes al monasterio de Belorado, que, según sostiene la Guardia Civil, habían sido trasladadas sin autorización.
La operación, bautizada MIRUM- CID, comenzó cuando la Guardia Civil detectó en el mercado especializado de antigüedades diversas obras de arte catalogadas que podían corresponder al patrimonio histórico del monasterio de Belorado.
Ante la “sospecha de que pudieran haber sido sustraídas o transmitidas sin autorización”, abrieron una investigación y constataron la venta de varias piezas históricas de Santa María de Bretorena a través de internet y en una tienda de antigüedades de Madrid. Entre ellas, había una figura de San Antonio de Padua del S. XVII del monasterio burgalés, que han sido recuperadas por la Guardia Civil.
Las dos monjas son presuntamente responsables de la venta, extracción y transmisión de los bienes catalogados y el anticuario de la provincia de León se considera presunto responsable de adquirir dichas piezas sin exigir acreditación de su lícita procedencia.
La operación, desarrollada por la Policía Judicial de la Comandancia de Burgos, continúa abierta, con el objetivo de recuperar otras piezas patrimoniales que no se han localizado.
Te puede interesar: Monjas rentan su convento en Airbnb ante falta de recursos para mantenerse
El caso, que ha cautivado la atención en España, estalló en mayo de 2024, cuando las monjas del convento de Santa Clara, un recinto del siglo XV en el corazón de un pueblo de mil 800 vecinos, anunciaron que rompían con el Vaticano al considerar un “usurpador” al entonces papa Francisco.
El conflicto se derivó de un enfrentamiento inmobiliario, ya que, según las monjas, el Vaticano bloqueó su intento de comprar otro convento. Las religiosas fueron acusadas de adscribirse a una secta afiliada al “sedevacantismo”, un movimiento que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII (1939-1958). Las monjas aseguran que el convento de Belorado les pertenece.
Con información de EFE.
