NASA y varios equipos de astrónomos alertan que la proliferación de satélites y la basura espacial está poniendo en riesgo la operación de los telescopios espaciales y la capacidad de detectar asteroides potencialmente peligrosos, al punto de calificar la situación como “realmente aterradora”.
En los últimos años se han lanzado miles de satélites comerciales y gubernamentales, en especial en forma de “megaconstelaciones” dedicadas a telecomunicaciones y servicios de internet global. A ello se suma una creciente cantidad de chatarra espacial: etapas de cohetes, fragmentos de colisiones y naves fuera de servicio que permanecen en órbita durante décadas.
Los expertos advierten que cada nuevo lanzamiento sin planes claros de desorbitado eleva el riesgo de choques entre objetos y genera más fragmentos incontrolados, lo que alimenta un círculo vicioso de contaminación orbital. La NASA estudia distintos sistemas de limpieza, pero muchos implican reentradas parcialmente descontroladas de restos que podrían caer en zonas habitadas.
Telescopios bajo amenaza
Los nuevos estudios muestran que las estelas luminosas de los satélites ya están arruinando una parte creciente de las imágenes de observatorios en órbita. En el caso del telescopio espacial Hubble, las simulaciones señalan que hasta cerca del 40% de sus fotografías podrían verse afectadas en la próxima década si continúa el ritmo actual de lanzamientos.
El panorama es aún más grave para otros observatorios planificados o en operación, que podrían sufrir interferencias en hasta el 96% de sus capturas, lo que comprometería programas clave de observación de galaxias lejanas, materia oscura y evolución del cosmos. Astrónomos advierten que esta “contaminación” de datos pone en duda la viabilidad de futuras misiones científicas que dependen de imágenes extremadamente limpias.
Riesgos para la detección de asteroides
Uno de los puntos más sensibles es la vigilancia de asteroides cercanos a la Tierra, fundamental para anticipar posibles impactos. Los rastreos de objetos pequeños y débiles de luz requieren exposiciones largas y cielos despejados; cualquier traza de satélite puede ocultar o distorsionar la firma de un cuerpo potencialmente peligroso.
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Científicos consultados señalan que, sin medidas correctivas, la combinación de basura espacial, satélites brillantes y reentradas incontroladas podría traducirse en fallas críticas de alerta temprana, justo en un momento en que la humanidad comienza a desarrollar tecnologías de desvío de asteroides.
Por ello, llaman a regular el número de satélites, fijar estándares de brillo y hacer obligatorios los planes seguros de retirada de órbita, antes de que el “experimento descontrolado” se vuelva irreversible.
Con información de Infobae.
