Manifestantes del colectivo “Take Back Power” lanzaron comida contra la vitrina que resguarda la Corona Imperial del Estado en la torre de Londres, lo que provocó su detención inmediata y el cierre temporal del histórico recinto para investigaciones.
La Policía Metropolitana de Londres informó que cuatro personas fueron arrestadas bajo sospecha de “daño criminal” después de arrojar una tarta y un líquido amarillo similar a natillas sobre el cristal que protege la corona.
El incidente ocurrió alrededor de las 10:00 horas GMT y obligó a activar protocolos de seguridad en una de las atracciones turísticas más visitadas del Reino Unido.
Según las autoridades, los agentes actuaron en coordinación con la Policía de la Ciudad de Londres y personal de seguridad del lugar, asegurando de inmediato el área donde se encuentran las joyas de la corona. Los detenidos fueron trasladados a custodia policial mientras se evalúan los daños causados a la vitrina que resguarda la pieza.
Mensaje del grupo “Take Back Power”
La acción fue reivindicada por el grupo “Take Back Power”, que se define como un colectivo de resistencia civil no violenta. En videos difundidos por ellos se observa a un activista lanzando una tarta contra el cristal y a otro vaciando repetidamente el líquido amarillo sobre la urna que contiene la Corona Imperial.
Tras el ataque, los cuatro manifestantes se abrieron los abrigos para mostrar camisetas con la leyenda “Take Back Power”, mientras uno de ellos gritaba que “la democracia se ha derrumbado” y otro aseguraba que “Gran Bretaña está rota” y que se encontraban ante “las joyas de la nación” para “retomar el poder”.
El grupo exige la creación de una “Cámara del Pueblo”, una asamblea ciudadana permanente con facultades para gravar la riqueza extrema y “arreglar” el país.
Cierre de la Torre de Londres y valor simbólico de la corona
Como medida de precaución, la Torre de Londres fue cerrada al público mientras continúan las investigaciones sobre el alcance del daño al sistema de resguardo de las joyas. La policía confirmó que la prioridad es garantizar la seguridad del recinto y de las piezas que forman parte del patrimonio histórico británico.
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La Corona Imperial del Estado, creada en 1937 para la coronación del rey Jorge VI, sigue utilizándose en ceremonias oficiales, incluida la reciente coronación de Carlos III y la apertura del Parlamento en cada legislatura.
La pieza, que contiene miles de diamantes, zafiros, esmeraldas, rubíes y perlas y pesa más de un kilogramo, es uno de los símbolos más reconocidos de la monarquía británica, lo que convierte el ataque en un gesto de fuerte carga política y simbólica.
Con información de El Universal.
