El hallazgo de ataúdes utilizados como hieleras marcó el momento más escalofriante de una fiesta clandestina descubierta en la colonia Guerrero, CDMX. Las imágenes de féretros llenos de hielo y botellas de alcohol desataron una ola de indignación entre vecinos y autoridades. La escena, lejos de lo común, convirtió un operativo rutinario en una intervención de alto impacto.
La fiesta, realizada sin permisos en un salón de eventos ubicado en Magnolia 174 de la alcaldía Cuauhtémoc, fue intervenida por elementos de la policía y Protección Civil tras diversas denuncias ciudadanas.
Al ingresar, encontraron a unos 800 jóvenes —en su mayoría menores de edad— en condiciones de riesgo. Entre bebidas de dudosa procedencia y jóvenes inconscientes, los ataúdes usados como contenedores resumieron el nivel de descuido y gravedad del evento.
Actualización del caso Magnolia 174: lo que encontramos fue aterrador.
Ataúdes usados como hielera, alcohol en exceso, extintores caducos desde 1999, sin rutas de evacuación. +800 menores de edad en riesgo.
Gracias a la acción inmediata de Protección Civil Cuauhtémoc,… pic.twitter.com/yGcHOj9lzb
— Alessandra Rojo de la Vega (@AlessandraRdlv) May 17, 2025
Riesgo latente y cero medidas de seguridad
Las condiciones del sitio representaban una amenaza directa para los asistentes. No existían salidas de emergencia funcionales, los extintores estaban vencidos desde 1999 y el acceso al inmueble era reducido. El aforo, diseñado para 450 personas, fue rebasado con creces, duplicando la capacidad establecida.
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Durante la revisión, se detectó que no había rutas de evacuación visibles ni iluminación adecuada. Estos factores, sumados a la gran cantidad de menores en estado de ebriedad, pusieron en evidencia la ausencia total de protocolos básicos de seguridad.
Ataúdes como hieleras y jóvenes en peligro en CDMX
Una de las imágenes más inquietantes fue la de ataúdes convertidos en improvisadas hieleras. Estos féretros almacenaban botellas de alcohol, generando una escena tan macabra como peligrosa. Las fotografías tomadas por las autoridades documentaron el uso de estos objetos en un contexto completamente inapropiado.
Cinco menores fueron atendidos por personal del ERUM y una joven de 16 años fue trasladada de urgencia a un hospital. Varios de los asistentes fueron encontrados inconscientes en la vía pública, sin supervisión ni asistencia, lo que elevó la gravedad del caso ante los ojos de las autoridades locales.
Detenido el responsable y asegurado el inmueble
El presunto responsable, un hombre de 51 años que se identificó como dueño del salón perteneciente a una sociedad mutualista, fue presentado ante el Ministerio Público. La Fiscalía de CDMX aseguró el inmueble para iniciar la investigación correspondiente por corrupción de menores.
La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, condenó lo ocurrido. A través de redes sociales, calificó la escena como “aterradora” y destacó la rápida acción del personal de Protección Civil, que evitó una tragedia mayor. La CDMX refuerza así sus operativos contra eventos clandestinos.
Con información de Excélsior