Ir al Estadio Alfredo Harp Helú para ver el beisbol se convirtió en una pesadilla para la familia de Simón Falah-Assadi Martínez, un niño de nueve años que resultó gravemente herido tras recibir un pelotazo en la cabeza.
El niño se encontraba acompañado de su tía y sus hermanos durante el primer partido de la Serie de Zona entre Diablos Rojos del México y Pericos de Puebla, cuando un batazo impactó directamente en su cráneo.
El accidente ocurrió en la zona de plateas altas, un sector donde la malla de seguridad no cubre completamente. Aunque el niño recibió atención inmediata y en ese momento no se reportaron daños de gravedad, al llegar a casa su estado cambió drásticamente: comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza y vómitos, lo que obligó a su familia a trasladarlo de urgencia al hospital.
“Le hicieron una tomografía llegando al hospital, ya que no presentaba ningún otro síntoma y resulta que era una hemorragia. Eran aproximadamente 30 centímetros cúbicos de sangre que estaban haciendo presión sobre el cerebro del lado izquierdo. Nos dijeron que era una cirugía de emergencia, ya que había que liberar toda la presión que estaba ejerciendo la sangre en el cerebro o esto podía empeorar conforme pasaban las horas”, relató la señora Ana Luisa Martínez, madre del niño.
Actualmente, Simón permanece en terapia intensiva después de haber sido sometido a una intervención quirúrgica de emergencia. La familia ha expresado su preocupación no solo por el estado de salud del niño, sino también por la dificultad económica que enfrentan para cubrir los gastos médicos.
“Nosotros, por dificultades económicas, no tenemos seguro de gastos médicos, lo perdimos hace unos meses. Llegamos al hospital porque aquí está su pediatra y ya no lo dejaron salir, porque ya tenía adormecimiento en las piernas”, explicó la madre.
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El caso ha generado gran conmoción entre la afición y el entorno del béisbol mexicano. De acuerdo con la misma fuente, un conocido de la familia intentó comunicarse con Othón Díaz, presidente ejecutivo de los Diablos Rojos del México, quien no se ha negado a ofrecer apoyo, aunque hasta el momento los padres del menor no han tenido un acercamiento directo con la directiva del club.
Este incidente ha puesto nuevamente en debate la importancia de reforzar las medidas de seguridad en los estadios, especialmente en áreas donde los asistentes se encuentran más expuestos a pelotazos. Aunque en muchas ligas internacionales se han extendido las mallas protectoras para garantizar la integridad de los aficionados, en México aún existen zonas vulnerables que representan un riesgo para los asistentes.
Mientras tanto, la familia del niño mantiene la esperanza de una pronta recuperación. El caso ha despertado solidaridad en redes sociales, donde aficionados y ciudadanos han comenzado a pedir apoyo para los padres del menor, quienes enfrentan una lucha doble: la salud de su hijo y la presión económica para solventar los gastos médicos.
Con información de Record.